Nuestra Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres      

16 de Junio de 1973 - Víspera de la Fiesta de la Santísima Trinidad

 

Verónica - Del lado izquierdo del asta de la bandera, el cielo se abre. Se vuelve un bello azul; y a través de las nubes, ahora está muy gris, pero todo el lado del cielo se abre en un bello azul, y San Miguel viene.  Oh, él lleva la balanza en su mano, la balanza.

Ahora Nuestra Señora viene a través de esta gran niebla azul.  Es simplemente bello.  Los árboles están todos iluminados ahora con esta niebla.  Está muy claro, casi como blanco, ahora alrededor de los árboles, y Nuestra Señora ahora se adelanta.  Ella - Nuestra Señora se ve muy triste;  y Ella dice:

Nuestra Señora - "Escucharás, hija Mía, muy cuidadosamente para que puedas repetir Mis palabras con exactitud.

“Vendrá sobre el mundo un gran Castigo.  El hombre ha puesto un paso rápido para su propia destrucción.

“Hija Mía, por favor le pedirás a tu líder que continúe con las oraciones.  No debes detener las oraciones.  El Mensaje irá por el mundo a través de los canales que te He dado, hija Mía.  (Pausa).

“Afuera de vuestro mundo, más allá de la estrella más lejana visible a los ojos del hombre, está el instrumento planeado por el Padre para vuestro castigo.  ¡Rezad!  Rezad, hijos Míos, una vigilia constante de oración ahora, hasta ese momento de oscuridad.

“He ido por el mundo durante incontables años terrenales, advirtiéndoos y preparándoos para el gran Castigo.  Muchas advertencias han sido dadas al hombre, pero ellas han pasado sin ser advertidas por la mayoría (de personas).

LAS MÁXIMAS FALSAS DEL HUMANISMO

            "El hombre ahora tiene la opción de su destrucción o de su recuperación.  Todos los que sigan la Luz llevarán cruces pesadas.  No pongáis vuestras almas en peligro, siendo guiados por las máximas falsas del humanismo en vuestro mundo y por los agentes de satanás quienes ahora vagan por vuestro mundo, buscando la destrucción de las almas.

“Nosotros ahora pedimos - el Padre pide - una reversión completa de las maneras del hombre.  El debe retornar a las leyes de la disciplina rígida en su vida laica y en las vidas de los hombres de Dios.  ¡Los representantes de Mi Hijo no seguirán las maneras del mundo!

MATAD DE HAMBRE A VUESTROS CUERPOS, EN CUANTO A LOS DEMONIOS

            "Debéis restaurar dentro de la Casa de Dios una disciplina estricta de la vida y del procedimiento.  Retornad al sacrificio y a la auto negación.  Debéis matar de hambre a vuestros cuerpos, en cuanto a los demonios, a quienes habéis permitido entrar en vuestros cuerpos.  No podéis participar de los placeres completos de la tierra, todos creados para la destrucción del alma, y también entrar en el Reino.  No hay camino intermedio.  La izquierda va hacia la oscuridad;  y el camino derecho está en la Luz.

“Oh, hijos Míos, cuán fatigada me pongo a medida que camino por vuestro mundo, vertiendo muchas lágrimas - lágrimas de gran dolor - ¡por lo que caerá sobre vuestra generación mal agradecida!  El Padre planea un gran Castigo para los hijos de la tierra.  Oh, hijos Míos, ¿no escucharéis Mis súplicas?  Es por vosotros que lloro.  Es para vuestro retorno que Yo imploro.  ¿Qué más podemos hacer si no entregaros Nuestros Corazones?  Ves, hija Mía, el Corazón tan destrozado por los pecados del hombre mal agradecido."

Verónica - Oh-h.  Oh-h.  Oh-h.  Del lado derecho del asta de la bandera, veo - es - oh, es Jesús.  Él extiende Su mano derecha y abre - oh, Él abre Su vestimenta; y, oh, sobre Su vestimenta hay un Corazón enorme;  pero de todos los ángulos, derecho e izquierdo, hay puñales que atraviesan Su Corazón.

Ahora Él remueve Su - oh, puedo - Jesús tiene una corona de espinas alrededor de Su cabeza, la cual Él remueve ahora, y la coloca en el centro de Su pecho.  Se equilibra sobre una espada enorme.  Ahora Él señala hacia la espada.  La espada atraviesa Su Corazón y sale del otro lado.  Oh, Jesús dice:

Jesús - "Ves, hija Mía, la espada pesada que el hombre ha colocado dentro de Mi Corazón.  Esta espada ha sido colocada allí por los hombres de Dios quienes han escogido imponer sus propias leyes dentro de Mi Casa.  Esta espada será sacada por Miguel y ¡caerá sobre el mundo para purificaros y forzaros a regresar a las maneras de vuestro Dios!"

UNA GRAN BOLA DE FUEGO

Verónica - Ahora San Miguel viene hacia el lado derecho del asta de la bandera. Oh, él ha sacado la espada ahora.  ¡Oh!  El la saca.  ¡Ahora la espada está toda bañada en sangre!  ¡Oh!  Es una espada muy grande.  Ahora se vuelve muy oscuro - muy oscuro.  El cielo se vuelve muy oscuro. Oh, ahora San Miguel extiende la espada.  Alcanza todo el cielo;  pero hay sangre que gotea de la espada.  Oh, gotea hacia abajo, y él... oh-h... oh-h... oh-h... oh-h... Ahora se pone muy oscuro.

Veo una gran luz, ¡un destello!  Está tan caliente, ¡este destello!  ¡Oh!  Hay una gran bola de fuego.  Oh, es muy caliente;  y gira a través del cielo;  y  lanza chispas detrás de ella.  Las chispas - son grandes pedazos de roca, y caen, caen.

Ahora las aguas, las aguas se elevan muy altas.  Puedo ver las aguas.  Oh... oh... oh... las aguas se han entrado.  Son tan altas;  y veo algunas ciudades.  Veo una gran ciudad;  ahora las aguas - oh, ellas golpean en contra de la tierra;  y ahora veo los edificios.  Ellos se caen.  Ahora la tierra se agrieta;  y los edificios se caen dentro de los agujeros.  Oh... oh... oh.

Nuestra Señora - "Hija Mía, en la purificación final, muchos serán removidos de la tierra.  Muchos buenos sufrirán junto con los malos, pero los buenos serán triunfantes más allá del velo.  Aprended, hijos Míos, el valor del sufrimiento para la santificación de vuestras almas y de las almas de aquellos a quienes amáis.

“Ahora no desperdiciéis vuestro tiempo, el tiempo que os queda en tiempo terrenal,  hablando ociosamente y en búsquedas ociosas gobernadas por los placeres de la carne.  Despertad y gritad desde los tejados, ¡porque el tiempo se acorta!  Hijos Míos, todos debéis ir hacia adelante como discípulos de Mi Hijo.  Cada uno tiene una gran responsabilidad ante su hermano.

LAS LEGIONES DE CRISTO

            "Gracias en abundancia, hijos Míos, son dadas a vosotros para fortaleceros en la batalla que se avecina.  Realmente seréis las legiones de Cristo.  No esperéis comodidad.  No esperéis gloria.  No, arañaréis la tierra y excavaréis en la tierra.  Vuestra gloria será en la vida eterna con el Reino.

“Ahora debéis todos reuniros en la Luz.  Porque en donde dos o más estéis reunidos en el nombre de Mi Hijo, sabed que Él está entre vosotros para guiaros.

“Llamad a menudo a vuestros guardianes, hijos Míos. Os habéis olvidado de vuestros ángeles.  No escuchéis las mofas del mundo.  Ellos buscan quitaros la realidad de los guardianes del Cielo, para que puedan enviaros a Lucifer.

“Cuando tengáis una gran pena o prueba, llamad a vuestro guardián.  Pedidle a Mi Hijo Su ayuda en el Padre.  No busquéis consuelo entre los hombres, porque ellos no tienen nada que daros, porque el hombre se ha vuelto arrogante.  El hombre se ha vuelto auto-solícito y amante del placer.  El hombre se ha vuelto sin caridad.

“Habéis arrojado a un lado la verdad en el Libro de la Vida, escogiendo re-escribir las palabras de vuestros antiguos profetas.  ¡No re-escribiréis el Libro para ajustarlo a las maneras del hombre!  Debéis regresar al hombre para que siga las maneras de su Dios.  ¿Cuánto tiempo creéis que Nosotros toleraremos las abominaciones que están siendo cometidas sobre la tierra y en la Casa de Dios?"

Verónica - Ahora San Miguel se adelanta.  Él está de pie con una gran espada en su mano.  Oh, la espada llega a través de todo el cielo.  San Miguel está ahora de pie, y él se inclina. ¡Oh, él es tan bello!  Su cabello es - oh, un oro tan bello.  Es como metálico, pero de un bello color dorado.  Ahora San Miguel - su voz truena - yo casi - oh, tengo que taparme mis oídos, pues es tan recia.

San Miguel - "Gritadlo de los tejados:  ¡El tiempo se acorta!  ¡Arrepentios ahora de vuestros pecados!  ¡Ahora haced restitución a vuestro Dios!"

Verónica - Oh, ahora San Miguel empieza a escribir en el cielo, con su dedo.

LAS MAYORES OFENSAS EN CONTRA DE DIOS

San Miguel - "Enumeraré las mayores ofensas cometidas en contra de Dios del Cielo y de la tierra:  1) ¡Blasfemia!  2) ¡Infamia!  3) ¡Inmodestia!  4) ¡Adoración de ídolos falsos!  5) ¡Falta de respeto hacia la autoridad!  6) ¡Infidelidad en la familia!  7) ..."

Verónica - Es tan pequeña - la escritura - casi no la puedo ver.  Oh, ahora San Miguel viene hacia adelante;  y él escribe mucho más grande.

San Miguel - "... ¡Castidad!  Lo sagrado del estado matrimonial abandonado por los placeres de la carne.  ¡Lo que sigue a este curso es la condenación!  8) Abominaciones en la Casa de Dios:  1) Falta de respeto con el vestido.  2) Re-escritura de las palabras de los profetas.  3) ¡Arrogancia entre los hombres de Dios!  4) ¡Orgullo intelectual entre los hombres de Dios!  5) Pérdida de una verdadera vocación.  6)..."

Verónica - Ahora San Miguel se adelanta y está muy cerca.  Él dice:

San Miguel - "... Hombres de Dios, ¡retornad ahora a vuestra vida de oración!  Haced correcta la Casa de Dios.  Ahora la disciplina rígida debe ser restaurada en la Casa de Dios.  El liderazgo en la Casa de Dios carece de mucho..."

Verónica - Oh, San Miguel dice:

San Miguel - "Repetirás esto, hija mía.  Una disciplina rígida y auto-control y auto-negación deben ser ejercitados por los hombres de Dios en la Casa de Dios.  ¿No podéis sacrificaros por las almas a vuestro cuidado, y por vuestra propia alma?"

Verónica - Ahora se pone muy oscuro; y veo, San Miguel apunta la espada hacia abajo;  y la espada gotea sangre.

LOS CUATRO JINETES

            Ahora - oh, se pone muy claro;  y allí veo caballos.  Hay hombres galopando a través del cielo.  ¡Oh, son horribles!  ¡Oh!  El primer caballo es rojo;  y sobre él está sentado - es un hombre.  Él está vestido en una túnica roja, pero tiene ranuras en los ojos;  y él tiene en su mano una espada;  y gotea sangre.  Oh, y escrito encima está:

GUERRA Y DESTRUCCIÓN

Luego ahora hay un hombre;  el caballo es negro;  es de apariencia muy oscura.  El caballo negro tiene una máscara sobre sus ojos; y sobre el caballo hay un horrible - es, creo, un hombre.  El tiene puesta una túnica negra, también con ranuras en los ojos - como redondas, pero redondeadas hacia afuera; y  él tiene una banda alrededor de su cabeza - una banda negra, casi como una banda de luto.

Ahora él sostiene hacia arriba - oh, detrás de él, en la parte de atrás, cerca del caballo - él sostiene lo que parece una moneda, y la deja caer en la balanza; y él dice: "¿Cuánto daréis por el pan?"  Ahora él retorna la balanza al lado de su caballo, y ahora el caballo galopa hacia más allá de los árboles.

Oh-h.  Ahora viene una figura a través del cielo.  Es una figura de apariencia horrible.  Oh, también está sobre un caballo.  El caballo es verde, pero con dos grandes ojos negros en su cara verde.  Y él dice:  "¡Peste!  ¡Habrá peste sobre la tierra!"  Oh-h... oh-h... oh son terribles.  Oh, ¡son los cuerpos!  Veo los cuerpos, y hay insectos que caminan sobre todos los cuerpos.  Oh-h. (Verónica gime por la visión tan repugnante).  Oh, los cuerpos.  ¡Excaven hoyos - entiérrenlos!  Ohh.  Ohh.  Y veo personas.  Ellas tratan de excavar hoyos, pero hay tantos cuerpos que - tantos que ellas no los pueden meter dentro de los hoyos... ohh... ohh...

Ahora se pone muy oscuro, y no veo nada, pero ahora - oh, hay una luz brillante por los árboles.  Oh, ahora Nuestra Señora viene.  ¡Oh!  ¡Ella se ve tan bella! ¡Oh! Nuestra Señora tiene puesta una túnica blanca, y Le llega alrededor de Su cabeza, y está bordeada en oro, y Ella tiene puesta una banda dorada alrededor de Su cintura.  Ahora sobre Sus pies tiene sandalias, sandalias doradas;  pero están hechas como con amarres, porque están entre Sus dedos.  Puedo ver el lazo dorado entre Sus dedos.  Oh, Nuestra Señora es muy bella - ¡muy bella!  Ahora Ella dice que repita las palabras.

Nuestra Señora - "Hijos Míos, no es Mi intención llenaros de temor, pero debo despertaros a lo que será vuestro destino eventual.  No es un cuadro que alegra el corazón.

“Todos los que permanezcáis en la Luz no tendréis temor en los días venideros.  Encontraréis solaz y refugio en el Sagrado Corazón de Mi Hijo.  Traed a Mi Hijo a vuestras casas, y las imágenes y recordatorios diarios.  Encontraréis que esto es una gran roca en un mundo que caerá en las tinieblas.  Vuestras casas deben volverse fuertes en la batalla que se avecina.

“Instruid bien a vuestros hijos en la salvación de sus almas.  Sabed que cuando ellos salgan más allá de las puertas de vuestras casas, ellos quedarán sujetos a satanás.  Enseñadles, hijos Míos, padres de familia, el valor de la oración.  Debe regresarse la oración a vuestras casas.  Vuestro ejemplo debe ser uno de pureza.  Vuestro ejemplo debe ser uno de fortaleza.  Y lo más importante, hijos Míos, recordad: debéis mostrar y practicar el amor por el Padre.

VISITAD FRECUENTEMENTE A MI HIJO...

            "No os abandonaré. Siempre estaré aquí.  Venid frecuentemente a Mí.  Visitad frecuentemente a Mi Hijo en los tabernáculos del mundo.  El se siente muy solo, hijos Míos; hay tan pocos quienes Lo visitan ahora en Su Casa.  ¿No vendréis frecuentemente y Lo consolaréis?

“Todos rezaréis mucho para que los conventos no se vacíen.  Se necesitan las verdaderas vocaciones.  Rezad, rezad mucho por vuestros sacerdotes.  Ellos están bajo un ataque severo.

“Hija Mía, le darás al mundo Mis palabras. Estaréis sujetos a un fuerte ataque por satanás.  Sus maneras son  sutiles.  Reconoced el rostro del mal.

“En tu vida ocupada, hija Mía, debes tomar más momentos de quietud.  Se aconsejan comunicaciones silenciosas con el Padre.

“Estás muy preocupada, hija Mía, con tu Misión.  No te preocupes demasiado, porque estás siendo guiada por tus guardianes.  El trabajo será quitado en gran parte de tus hombros.  Encontraréis que se te han enviado muchos brazos.

“Sé, hija Mía, que Nosotros pedimos mucho de ti, pero daremos mucho de regreso.  Vuestra recompensa no será de este mundo, pero Nosotros prometemos a todos los que creen y siguen el camino al Reino, la vida eterna en el triunfo glorioso con el Padre.  Ninguna visión humana, ningunas palabras humanas podrían jamás revelaros las alegrías y los placeres del Reino.  Esto Nosotros os lo reservamos para cuando paséis el velo.

“Rezad una constante vigilia de oración.  Satanás no puede entrar en vosotros si mantenéis una constante vigilia de oración.  No os turbéis, hijos Míos, por el ataque de los malos.  Es un plan para turbar.  Continuad con vuestras oraciones.  (Pausa).

“... Entre más cerca os encontréis del Padre, más rápidamente enviará satanás a sus agentes sobre vosotros."

Verónica - San Miguel viene ahora por los árboles - más allá de los árboles.  Y ahora él se acerca mucho, al árbol;  y él está de pie;  y ahora él se ha unido - hay, oh,  aproximadamente cinco otros ángeles que descienden ahora.  Oh.  Ahora Nuestra Señora ha venido al lado izquierdo del asta de la bandera, y Ella dice:

Nuestra Señora - "Ahora descansarás, hija Mía, hasta que Jesús bendiga los sacramentales.  Continuad con vuestras oraciones que caen como lluvia sobre almas sedientas.  Si pedís, seréis nutridos con aguas puras del Cielo."

Verónica - Aparece una gran - una gran flecha que apunta al Cielo, una flecha muy grande;  apunta al Cielo.  Y ahora la parte de atrás de la flecha deja una cola larga, larga a través del cielo, hacia la derecha.  Y ahora está, está haciendo una "W" muy grande - la cola - en el cielo: ¡Advertencia! ("Warning" en inglés).

Nuestra Señora - "Debes especificar el plan del Cielo claramente.  El Padre espera vuestra penitencia.  La balanza debe equilibrarse con el bien.  La hora de vuestra advertencia se acerca.  El Padre espera vuestra expiación.  No se darán fechas.  Os acercaréis a los días con la esperanza que el hombre enmendará sus maneras ante los ojos de su Dios."  (Pausa).

Verónica - Veo tres ángeles que vienen hacia abajo, del lado derecho del asta de la bandera:  San Miguel, San Gabriel, San Rafael.  Ahora el de la derecha, San Rafael, se adelanta y dice:

San Rafael - "¡Debéis gritar las palabras desde los tejados!  Trabajad con gran prisa.  El tiempo se acorta."

Verónica - Ahora veo a San Gabriel, el de en medio, que se adelanta.  Él sostiene un reloj de arena;  y él voltea el reloj de arena, y la arena pasa a través del mismo.  La arena es muy roja.  ¡Oh-h-h!  Ahora él coloca su mano debajo del reloj de arena, en el centro.  La arena casi ha pasado toda.  Ahora se ha detenido.  Y ahora el reloj de arena es entregado a San Miguel.  Ahora San Miguel está de pie.  En su mano  derecha tiene la balanza, y en su mano izquierda sostiene el reloj de arena, así.  (Pausa).

EL ANCIANO DE LOS DÍAS

            Veo a un ángel que viene hacia adelante.   El ángel extiende un cáliz dorado.  Él dice que debo poner mi mano con el anillo en el cáliz dorado.  Yo - ¡oh! -  ¡Oh-h!  ¡Oh-h!  Es un gran ostensorio dorado.  Oh, es bello.  Tiene una Hostia en el centro, pero la Hostia es muy brillante, muy brillante.  Es bella.  Y ahora hay dos ángeles de pie, uno del lado derecho de la Hostia y el otro del lado izquierdo.  Y arriba hay - ¡oh!  un Anciano - se ve como un hombre, pero es tan bueno.  Él es tan bueno.  Ahora Nuestra Señora está del lado derecho.  ¡Oh!  Nuestra Señora dice:

Nuestra Señora - "Ves, hija Mía, la escalera de la vida: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Verónica - ¡Oh!  ¡Oh! ¡Oh-h cuán bello!  Oh-h.  ¡Oh-h!  Veo una luz muy, muy brillante.  Y hay un hombre; se ve muy viejo.  Y ahora el ángel que está a un lado dice:

El Ángel - "Observad al Anciano de los Días.  Él es el Padre de todo amor y bondad."

Verónica - Y ahora veo grandes haces de luz.  El Hombre Anciano - Él está sentado sobre un bello trono dorado - muy bello, con terciopelo rojo.  Y - oh, es de apariencia muy costosa, dorado y bello.  Ahora la luz brilla muy... desde Sus manos y alrededor de todo el trono, y cae ahora - oh, fue como un triángulo debajo de Él.  Pero ahora el triángulo forma una gran bola, una gran bola.

Y, oh, San Miguel se ha aparecido y dice:

San Miguel - "El Padre gobierna toda la vida."

Verónica - Ahora se vuelve más pequeña;  y veo que la bola se hace muy pequeña;  y ahora flota hacia atrás a la distancia.  Va detrás del asta de la bandera, y ahora las nubes vienen en todo el contorno del asta de la bandera.  Oh, ahora puedo ver las estrellas.

Nuestra Señora - "Hija Mía, oración silenciosa y mucha meditación te darán paz en el alma.-  Encontrarás que se te enviarán muchos espíritus compañeros para que te ayuden con Mi Misión sobre la tierra.  Nosotros no te daremos una carga más pesada que la que el Padre sabe que puedes soportar.  No te escaparás de la prueba, porque tu espíritu debe pasar por una gran pena de sufrimiento.

“No os preocupéis por el estado de vuestro cuerpo, pero cuidad bien vuestro espíritu.  Vuestro cuerpo no es más que el cascarón que se volverá polvo, pero vuestro espíritu es eterno. Alimentad vuestra alma."

Verónica - Ahora Nuestra Señora extiende Su Rosario.  Es muy blanco.  Las cuentas son como perlas, y el Padre Nuestro, bueno, las cuentas de los Padrenuestros son muy bellas - son doradas.

Nuestra Señora sostiene Su crucifijo muy por arriba de Su cabeza.  Es un crucifijo muy grande, muy dorado.  Y Ella ahora hace la señal de la cruz sobre todas las personas;  y Nuestra Señora sonríe.  Y Ella viene hacia el lado izquierdo del asta de la bandera:  En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Ahora Nuestra Señora flota hacia el lado derecho del asta de la bandera, y Ella extiende Su mano con el crucifijo:  En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Nuestra Señora coloca Sus manos con el Rosario enfrente de Ella, y hay grandes rayos de luz.  ¡Oh!  Las luces que emanan de las manos de Nuestra Señora bajan ahora sobre los terrenos.  Son muy pesadas.  ¡Oh, las luces son bellas!  Es como - oh, es como un fuego, pero no duele.  Oh, los haces de luz son bellos.  Puedo pasar mis manos entre ellos.  Oh, ¡son bellos!  Oh, ahora Nuestra Señora viene hacia adelante.

Nuestra Señora - "Os otorgo, hijos Míos, muchas gracias en el Padre - gracias para la conversión y sanación, gracias para la salvación de todas las almas.

“Ahora te sentarás, hija Mía, porque harás mucha penitencia esta semana para el mundo.  Aquellos quienes fueron hechos fuertes deben cargar a los débiles.

“Pronto estará con vosotros Mi Hijo para bendecir todos los sacramentales, todos los objetos de naturaleza divina.  Ahora te puedes sentar, hija Mía."

Verónica - Ahora viene Jesús.  Oh, Él tiene un gran - oh un gran corazón colocado directamente en la parte de enfrente de Su túnica.  ¡Oh!  Y Él ha colocado Su mano izquierda... ahora con Su mano derecha, Él la extiende sobre Su cabeza, así.  Ahora Jesús está de pie a la derecha, a nuestro lado derecho.

Él - oh, Él eleva Su mano sobre Su cabeza, así, y Él hace la señal de la Trinidad: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Jesús se acerca aún más al asta de la bandera, y Él sonríe, y extiende de nuevo Su mano, así - así - y Él hace la señal de la Trinidad:  En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Ahora Jesús viene al lado izquierdo del asta de la bandera.  Hace mucho viento porque ondea Su túnica.  Puedo ver que Jesús tiene puestas estas sandalias color marrón.  Oh, sí. Ahora Él extiende Su mano enfrente de Su rostro, así, y Él dice:

Jesús - "En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.  Yo envío gracias sobre vosotros, más abundantes que los pétalos de rosas."

Verónica - Y ahora Jesús va hacia el lado del árbol, y El desciende.  El ve hacia abajo ahora, y se inclina, y Él bendice en la señal de la Trinidad: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Ahora Jesús viene, y El ahora coloca Sus manos hacia afuera, así;  y de Sus manos ahora emanan haces de luz - ¡oh, como los haces de luz que Nuestra Señora emanó anteriormente!  ¡Oh, son bellos!  Sin embargo, ahora entre los haces de luz, hay pequeños cristales de plata resplandecientes.  ¡Oh, son simplemente bellos!  Oh, y todos bajan ahora sobre nuestros rostros.  Son cristales.  Oh, son bellos.  Oh-h-h.  Oh-h.  Oh, son muy livianos;  como plumas.  Oh-h.  ¡Es simplemente bello!  Y ahora yo- Jesús se inclina, y Él dice:

Jesús - "Hija Mía, nada le es imposible al Padre."

Verónica - Oh-h.  Oh-h.  ¡Bello!  Ahora el cielo está lleno de - ¡oh, con ángeles!  Oh, vestidos bellamente en todos los colores del arco iris.  ¡Oh, son bellos!  Oh-h.  Oh, ahora ellos cantan;  ellos cantan.  Yo, suena - no sé si pueda - "¡Aleluya!  ¡Aleluya!  ¡Aleluya!"  Oh-h-h. 

Ahora hay una luz, una luz tremenda.  Oh, ellos señalan al cielo, y allí veo esa gran luz.  ¡Oh! Oh, pero ahora se ve - parece el cometa.  Es esa cosa, como la bola.  Viene a través del cielo, y los ángeles están allí de pie ahora.  Ellos no parecen estar inquietos con él;  y ahora uno de los ángeles viene hacia adelante.  Oh-h-h.  Oh-h.  Oh, él me ha reconocido.

El Ángel - "Verónica, he estado contigo durante mucho tiempo."

Verónica - ¡Oh! Ahora él desciende.  El flota hacia abajo.  ¡Oh-h!  ¡Oh-h!  Oh. Oh.

El Ángel - "Nunca he dejado tu lado, Verónica, pero debes llamarme con más frecuencia.  No deseo volverme perezoso."

Verónica - ¡Oh-h!  Tusazeri.  Tusazeri.  ¡Oh-h-h!

EL SECRETO DE LA FELICIDAD

Tusazeri - "Te daré el secreto de la felicidad en el Padre.  Ningún alma se sentirá sola jamás, porque a su lado hay un amigo, un guardián del Cielo.  Ellos siempre están con vosotros, estos guardianes de vuestras almas.  Sin embargo, los podéis retirar, pero eso los pone muy tristes.  Sabed que nosotros estamos aquí sobre la tierra para protegeros, para guardar vuestras almas de la entrada de satanás y sus agentes.

“Permitidnos pelear la buena batalla con vosotros.  La batalla será una de triunfo glorioso para el Reino del Cielo.  Todo el Cielo observa la batalla que se libra sobre la tierra.  Tenéis mucha armadura, pero nosotros tenemos una gran defensa del Cielo.  No nos arrojéis de vuestro lado, porque siempre estamos con vosotros.  Sin embargo, debéis llamarnos con vuestros corazones.  Llamad y os seguiremos, a medida que  hacéis vuestro peregrinaje por el mundo."

Verónica - Ahora se pone muy, muy oscuro, y -oh, se vuelve muy oscuro, como si la luz se pusiera muy, muy tenue.  Ahora por el asta de la bandera está muy negro.  Está todo negro - el cielo, pero hay una candela, una candela encendida en el cielo - solamente una candela grande;  y debajo de ella está la palabra, "FE" F-E.

Ahora esas letras que fueron escritas en oro, "FE", se desvanecen, y sobre ellas está la palabra "DIOS":  D-I-O-S.  Ahora ésa se desvanece como si se derritiera, y en todo el cielo está la palabra E-S:  "ES"  "DIOS ES".  Y ahora San Miguel ha aparecido y él dice que se ponga el signo de exclamación en "ES".  "¡DIOS ES!  ¡PUNTO!"  él dice.

San Miguel baja su espada como si estuviera excavando un hoyo en el suelo, pero no lo hace.  No sé qué atravesó con ella.  Oh, veo que ha atravesado a satanás.  Creo que es satanás;  es una cosa de apariencia horrible.  Se ve como humano, y, sin embargo, se ve como animal - como un animal.  Se ve como una culebra.  Oh... ooh... oh, pero dice San Miguel:

San Miguel - "No tenéis nada que temer más que al temor. Afrontadlo y desaparecerá.  Afrontadlo con oración."

Verónica - Padre nuestro que estás en el Cielo, santificado sea Tu nombre. Venga a nos el Tu Reino y hágase Tu voluntad así en la tierra como en el Cielo.  El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy, y perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en tentación, más líbranos de todo mal.  Amén.

Dios Te salve, María, llena eres de gracia;  el Señor es Contigo, y bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de Tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.  Amén.

Ahora Nuestra Señora dice que tomaremos - ¡oh!  Ahora Jesús está de pie del lado derecho del asta de la bandera.  Él dice:

FÁTIMA

Jesús - "Haced saber el viaje de Mi Madre a Fátima."

Verónica - Oh, éste.  Imprimiré más... Jesús dice que imprimiré más palabras para darle a las personas la historia del viaje de Su Madre a Fátima.  Es muy importante. 

 

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sonia@nuestrasenoradelasrosas.org
 

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Revised: March 27, 2010