Nuestra Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres     

6 de Octubre de 1973 - Víspera de la Fiesta de Nuestra Señora del Rosario

 

Verónica - Ahora Nuestra Señora desciende del lado derecho del asta de la bandera.  La luz está muy brillante.  Oh, Nuestra Señora es bella. Oh, la luz es tan brillante que casi no puedo ver Su rostro.  Ahora Nuestra Señora está de pie, y ve tristemente hacia abajo.  Nuestra Señora dice:

Nuestra Señora - "Hija Mía, has reconocido ahora los rostros del mal quienes se pasean como ángeles de la luz.  Reza por aquellos quienes te persiguen, por Mi causa.

“Hija Mía, sí esperé una reacción humana de tu parte.  Entristeció Mi Corazón muchísimo, pero no fue inesperado, porque Mi Hijo ha sido un prisionero en muchas de Sus Casas a través del mundo.  El hombre trae su destrucción más rápidamente sobre él mismo.

“¡Oración, expiación y sacrificio!  Mi voz se hace más débil.  He caminado durante años a través de vuestra tierra implorándoos que hagáis restauración ante el Padre por las muchas ofensas que son cometidas en la Casa de Dios y en los corazones de los seres humanos.

“El abismo está totalmente abierto;  los demonios están sueltos sobre la tierra.  La batalla ruge.  Y ahora el momento de grandes tristezas ha comenzado.

“Hija Mía e hijos Míos, no vengo a vosotros para traeros palabras de condenación.  No, sino palabras de esperanza y valor.  El hombre se ha impuesto sobre sí mismo el momento de gran represión y castigo.

“En la misericordia del Padre, será enviada una Advertencia al hombre muy pronto.  Si el hombre no atendiese a esta Advertencia, será purificado hasta que queden sobre vuestra tierra sólo aquellos quienes forjarán el Reino con Mi Hijo.

PRONTO EL MUNDO ESTARÁ EN UN CAOS

            "Todos los que habéis escuchado Mis palabras y habéis atendido las advertencias del Cielo, no seréis tomados inadvertidamente por las pruebas que ahora están ante el hombre.  Ya las fuerzas del mal han oscurecido el mundo y ahora han entrado dentro de los poderes gobernantes del mundo.  Pronto el mundo estará envuelto en un gran caos.  El hombre peleará una lucha por su sobrevivencia.

“En Mis muchas visitas a Mis hijos sobre la tierra, os He dado los medios para vuestra salvación.  Los sacramentales deben usarse y el ejemplo de todos los padres de familia debe ser uno de bondad y de piedad.

“El hombre no debe huir de las casas de Mi Hijo.  Mucho mal y mucha corrupción han entrado dentro de los corazones de muchos, aún en las casas de Mi Hijo.  Sin embargo, ya estaba condenado y considerado que este momento viniese, para que el hombre pasara por una tribulación de sufrimiento, una que es una prueba.  Todo lo que está podrido, caerá.  Las ovejas serán separadas de las cabras.

“Os pido hijos Míos, que os retiréis de vuestro mundo que ha sido entregado a satanás.  Mantened pensamientos puros y santos en vuestras mentes y en vuestros corazones.  Dad ejemplo de piedad para vuestros hijos, porque muchos serán reunidos en los días venideros.  Muchos serán llevados sin preparación para entrar al Reino.

“Mis advertencias no han sido atendidas en muchas áreas de vuestra tierra.  He encontrado las puertas cerradas a Mí entrada.  ¡Verdaderamente llueven lágrimas del Cielo!

“Hija Mía, puedes esperar una cruz pesada, pero tienes que saber que Nosotros te daremos y otorgaremos sobre ti muchas gracias, gracias que no comprenderás hasta que el Padre os reclame al Reino.

“Es demasiado tarde, hijos Míos, para pelear entre vosotros. La vida sobre vuestra tierra es tan solo una corta duración.  La vida humana tan sólo es una corta duración.  Por lo tanto, ¿por qué la gastáis en búsquedas que han puesto a vuestras almas sobre el camino hacia el infierno?"

Verónica - Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.  Amén.

Nuestra Señora - "Hija Mía, éste debiera ser para todos Nosotros un día de gran felicidad, porque Yo os doy muchas gracias, pero ahora Mi Corazón está entristecido, porque ahora muchos caerán dentro del abismo."

Verónica - Veo, el cielo se pone muy, muy oscuro.  Pero ahora hay una luz brillante del lado izquierdo del asta de la bandera.  El cielo se pone muy brillante.  Y ahora a medida que veo, hay una gran bola.  Esta bola viaja muy rápidamente.  Es pequeña, pero crece más.  A medida que se acerca hacia la parte superior del asta de la bandera, casi le pega al águila... ¡Oh! Es muy grande.  La bola cubre todo el cielo.

Ahora en todo el contorno veo vapores, como humo (Verónica tose).  Casi no puedo respirar.  Ahora esta bola gira muy rápidamente.  Y puedo ver a la distancia otra bola grande, pero parece como el sol.  Sí, es el sol.  Oh-h.  Oh-h.

Ahora a medida que esta bola gira, veo una gran "W" que está siendo escrita en el cielo,  pero la "W" del lado derecho del asta de la bandera, la "W" está escrita en una gran- es una gran letra roja.  El verla no me hace sentirme muy bien.  La "W" se ve muy aterradora.  Es como sangre que gotea de la letra.

EL ESPECTRO DE LA MUERTE

            Ahora a través del cielo, hay un caballo - hay un hombre sobre un caballo.  Y él cabalga muy rápidamente a través del cielo ahora.  Y él lleva una espada en su mano.  Y él señala ahora hacia abajo en donde nosotros estamos.  ¡Oh!  Y ahora él baja del lado izquierdo.  Se ve - es una figura vestida toda de negro.  No tiene nada más que ranuras o agujeros en vez de ojos, y una como máscara que cubre su cabeza.  Es muy aterrador.

El está de pie allí y él tiene una gran... parece como una - no, es una guadaña.  Es como un gran mango con una larga espada, pero curveada en la parte superior.  Y él está de pie allí, y él tiene ahora en su mano el reloj de arena, pero tira el reloj de arena... al asta de la bandera.  Ahora él lo tira;  él trata de pegarle al águila en la parte superior del asta de la bandera. Y él dice: "¡La hora está cerca!"

Ahora él mece la guadaña.  Y veo... terrible... oh, ¡es terrible!  Es... es como si las personas se matan unas a otras con pistolas, y hay ruidos terribles, ¡oh-h-h!... de explosiones.  ¡Oh-h-h! ¡Uh-h-h!  ¡Oh-h-h!

El hombre vestido con la túnica y capucha negras ve hacia el lado derecho del asta de la bandera.  Y él señala... él señala hacia el cielo.  Y él tiene - es como un esqueleto;  no tiene piel sobre su mano.  Y él dice: "¡Vean el espectro de la muerte que espera al hombre! " Ahora se pone oscuro, y él monta su caballo y cabalga a través del cielo.  Ahora él desaparece dentro del cielo.  Ya no lo puedo ver más.

Se pone claro.  Me siento mucho mejor;  se pone más claro.  Oh, Nuestra Señora está allí.  ¡Oh, Madre Santísima!  Nuestra Señora está de pie allí, y Ella ahora se enjuga Sus ojos.

Nuestra Señora - "Ves, hija Mía, el hombre no ha escuchado ni ha atendido Mis advertencias.  Ahora ha comenzado el momento de pesares.

“Todos los que permanezcan Conmigo a través de estos días oscuros serán salvados.  Os prometo extender muy amplio Mi manto.  Venid a Mí todos los que estén cargados con penas: madres, los corazones llenos de dolor;  padres, quienes tienen hijos de aflicción.  Yo os consolaré, y os fortaleceré.

“Visitad a Mi Hijo tan frecuentemente como sea posible.  Él está muy solo en Sus casas a través del mundo.  El ve las puertas cerradas y espera.

“Yo, hija Mía, no tengo necesidad de repetir las muchas advertencias que te he dado desde estos Terrenos sagrados.  Mis palabras deben ser resumidas, hija Mía, con tres palabras de instrucción: oración, expiación, sacrificio.

“Hija Mía, en tu trabajo debes tener gran cuidado, porque satanás buscará entrar dentro de tu Misión.  Es mejor, hija Mía, que mantengas tus asociaciones cercanas de calidad, sin cantidad.

“Nosotros no te daremos más carga, hija Mía, que la que tú puedes soportar.  Toda tu Misión será llevada a cabo de acuerdo a la voluntad del Padre.  Pero Nosotros no te podemos prometer un camino sin espinas, hija Mía.

“Hay muchas preguntas en tu mente.  Eres libre, hija Mía, de preguntarlas.  Te doy, hija Mía, la opción de hablar Conmigo en silencio o de compartir tu conocimiento y preguntas para la salvación de todos tus hermanos y hermanas.

LA MISA SIEMPRE ES VALIDA...

            "Sí, hija Mía, Jesús siempre está presente en Su Casa.  El Santo Sacrificio de Su Misa siempre es válido cuando es celebrado por un sacerdote debidamente ordenado, no importando cuál sea su carácter humano.  En el momento de la Consagración, el Padre envía al Espíritu Santo para que utilice a este ser humano conocido como tu Sacerdote para que te traiga el Cuerpo y la Sangre, espiritual y físico, de Mi Hijo.

“No dudes de las maneras del Padre.  No podrías comprender totalmente las maneras del Cielo.  Si esto fuese posible ahora para vosotros, hijos Míos, ¿qué entonces sería sagrado entre vosotros?  Hay muchos secretos que no pueden ser compartidos hasta que no atraveséis el velo.

“Tu preguntas, hija Mía, en cuanto al estado del alma del sacerdocio.  Esto, hija Mía, no es para que tú preguntes ni juzgues.  Un ser humano es él, sí.  Sujeto a error - sí.  Sujeto a caer - sí.  Pero, sin embargo, durante la Consagración, y cuando te escucha en el confesionario, el Espíritu Santo baja sobre él, usándolo como un instrumento para darte la

absolución.

“Es el plan de satanás alejaros de la Casa de Mi Hijo creando una falacia y la mentira abierta, hijos Míos, ¡que la Misa ya no es válida y que Mi Hijo no está presente! Vemos y observamos y usamos los instrumentos humanos para hacer las correcciones necesarias para poner en camino correcto las casas de Mi Hijo.  Muchos han endurecidos sus corazones y no escuchan estas advertencias del Cielo.  Entonces, hija Mía, todo lo que puede hacer el Padre es castigarlos.

“La balanza está inclinada pesadamente hacia la izquierda.  El pecado ha puesto una cruz muy pesada sobre el mundo.  ¡La guerra es un castigo por los pecados del hombre!  El Padre no es el que trae la destrucción sobre los hombres.  El hombre mismo ha traído la destrucción sobre sí mismo porque se ha volteado del Padre y ha caído en la tela de satanás, sucumbiendo libremente a las tentaciones de la carne, por obtener ganancias mundanas y por amor al placer."

Verónica - Ahora Nuestra Señora ve hacia la derecha y hacia la izquierda.  Ella ve sobre todo el terreno, muy tristemente.  Y Nuestra Señora sonríe. Ella dice:

Nuestra Señora - "Hijos Míos, estoy muy consciente, Mi Hijo está consciente, de vuestras súplicas, vuestras imploraciones a Nosotros.  Nosotros sabemos y vemos dentro de vuestros corazones.  Nadie será olvidado por el Padre, Mi Hijo, el Espíritu Santo, cuando él pida ayuda.

“El Padre planea enviar muchas manifestaciones del Espíritu Santo a través del mundo en esta batalla en contra de satanás.  Muchos videntes difundirán el mensaje hasta que la palabra haya llegado a cada punto de la tierra.  Esta Misión casi ha llegado a su fin.

“Muchos han perdido sus almas por ganar bienes mundanos.  Oh, hijos Míos, ¿qué tienes que ganar cuando perdéis el Cielo?  Vuestra ganancia no es más que una temporal.  Debéis dejar vuestra tierra tal y como fuisteis enviado a ella por el Espíritu, sin llevar nada.  No tendréis credenciales más que las gracias que habréis acumulado durante vuestra existencia terrenal.

“El camino al Cielo, hijos Míos, nunca ha sido uno fácil.  Es satanás quien hace el camino fácil para llevaros por el camino ancho.

"Debéis regresar las imágenes y las estatuas a vuestros hogares y a las Casas de Mi Hijo, hija Mía, aquellos de naturaleza divina.  Vuestros hijos ahora ponen su vista sobre las creaciones de satanás.  Son destructores de almas.  Regresad a vuestros hogares todos las imágenes de Dios, las estatuas.

EL MAL EJEMPLO DE SACERDOTES Y MONJAS

            "Sacerdotes de Dios y vírgenes tontas, que os habéis entregado al mundo, ¿por qué habéis escogido tomar el camino hacia la ruina?  ¡Vuestro ejemplo ha colocado a muchos por el camino hacia el infierno!  ¿Te avergüenzas de mostraros y de llevar puesto el hábito de vuestra orden?  ¡No, no entraréis al Reino del Cielo entrando al mundo!  ¡Cuando el mundo y la Casa de Dios sean uno, será el fin!

“Hijos Míos, sabed bien las palabras de verdad que nunca reuniréis las almas para el Padre si desecháis las instrucciones del Padre que fueron dadas a través de los profetas de antaño.  No podéis establecer estándares nuevos.  Nada cambia jamás en el Cielo.  ¡El Padre es, el Padre era, y el Padre siempre será!  Y el mundo será como fue en el principio, o será cambiado gradualmente a su estado normal.  Este cambio vendrá por medio de una purificación lenta.  Será verdaderamente, hijos Míos, una prueba severa de sufrimiento.

“Os pido a todos los que os preocupáis que divulguéis Mi Mensaje del Cielo.  Hay muchos quienes no han recibido la palabra.  El tiempo se acorta.  Apresuraos, hijos Míos.  Trabajad y recibid muchas gracias por vuestros trabajos para el Padre.

“Las glorias del Cielo sobrepasan totalmente cualquier cosa que el hombre pueda colocar en su mente de creación.  No hay palabras humanas para describirle al hombre el Reino de Dios.  Está mucho más allá de lo que humano alguno pudiese experimentar en emoción y en visión.

“Hace muchos años, el Padre permitió Mi intercesión para vosotros en otra parte del mundo.  Mis lágrimas cayeron sobre muchas naciones.  Mis súplicas fueron para el mundo.  Pero de acuerdo al tiempo terrenal, durante demasiado tiempo, hijos Míos, fueron sus acciones.  ¡Demasiado se tardaron aquellos quienes debiesen haber sabido mejor, en hacer algo para salvar almas!  ¡¡No!!  Ellos prefirieron las maneras del mundo.

“El hombre ya no es humilde.  No está ya de rodillas ante su Dios.  ¡Por lo tanto, será forzado a regresar sobre sus rodillas!

“Hija Mía, percibo que estás muy molesta.  No es Mi plan asustarte.  Pero, hija Mía, ¿qué más puedo decir ante la vista de lo que le aguarda a la humanidad?  ¿Podré decirte que habrá paz cuando no habrá paz alguna?  ¿Puedo decirte que todo estará bien cuando la oscuridad del espíritu cubre la tierra?  No soy Una que puede mentir, porque el padre de todos los mentirosos es satanás.  Es él quien te ha engañado con mentiras sobre vuestra tierra.  Os traigo la verdad del Cielo, pero ahora debéis arrepentiros ahora, enmendar vuestras maneras, regresad a vuestra tierra a su estado original de piedad.  Regresad ahora de satanás;  regresad a vuestro Dios y haced una penitencia fuerte por las muchas ofensas en Su contra, ¡porque Él planea una gran penitencia sobre la tierra!

“Me he puesto ante el Padre como una Mediadora entre Dios y el hombre.  Le imploro por tiempo para llegar a Mis hijos sobre la tierra.  Conozco vuestras limitaciones.  Conozco vuestras emociones, hijos Míos, porque Yo también, fui una vez una criatura terrestre.

VISITAS DE LOS SANTOS DEL CIELO

            "Hay muchos en el Cielo quienes os conocen y quienes derraman lágrimas de pesar Conmigo.  Ellos, también, estuvieron sobre la tierra y tuvieron que ganarse el camino al Reino.  Su éxito les ha dado gran fervor para regresar y reuniros a todos de regreso al camino del Reino.  Muchos serán visitados por los santos del Cielo.  Esto ha sido considerado necesario por el Padre debido a la gran batalla que ahora ruge sobre la tierra por las almas.

“Los ejércitos de Dios serán establecidos para luchar contra los ejércitos de satanás. A todos vosotros, hijos Míos, se os ha dado la opción para vuestra salvación, o para una condenación eventual.

“Hija Mía, ahora te sentarás y descansarás.  Debes conservar tus energías porque hay mucho trabajo por delante.  Hay muchas almas a las que debe llegarse en el tiempo que te queda.  Os bendigo, hija Mía e hijos Míos."

Verónica - Nuestra Señora eleva Sus cuentas.  Son unas cuentas blancas, bellas;  son muy grandes.  Y el Padre Nuestro es dorado, y el crucifijo es de un bello color dorado.  Y Nuestra Señora ahora bendice a todos: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.  Y Nuestra Señora sostiene el crucifijo, así.  Ella tiene un crucifijo muy grande y dorado.  Es muy bello.  En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.  Ahora Nuestra Señora habla muy suavemente.  Su voz es muy suave, y Ella dice:

Nuestra Señora - "Continuad, hijos Míos, con vuestras oraciones de expiación.  Muchas son necesitadas.  Muchas gracias serán dadas a todos aquellos quienes vienen aquí a Mis Terrenos sagrados.  He escogido estos terrenos entre muchos sitios sobre la tierra por una razón.  Vuestra ciudad es como un pozo negro.  Vuestra ciudad es un cáncer, la maldad extendiéndose a través del mundo.

“Sé que entre vosotros hay muchos quienes aceptaréis la cruz y seréis discípulos para Mi Hijo.  Uniros Conmigo, hijos Míos, a medida que reunimos a vuestros hermanos y hermanas.  En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén."

Verónica - ... La tuya es más pesada, Madre;  la mía es muy liviana;  la tuya es mucho más pesada.  Oh, sí, es bello.  Es muy pequeño.  Es muy bello, Oh, Madre.  Sí.  ¡Oh!  ¡Él es simplemente bello, Madre!

VERÓNICA SOSTIENE AL NIÑO JESÚS

            ¿Lo podría sostener?  El no pesa casi nada ahora... Él es muy liviano. ¡Oh-h! Sí.  No, El no pesaba nada, Madre.  Él tiene una sonrisa perfecta.  Aquí, Madre... El Rosario, sí, sí... ¡cierto... cierto!  ¡Lo disfruté muchísimo!... Sí... ¡Gracias, Madre!

            A todos.  Nuestra Señora dijo, "Un día, sí, pero ahora el Padre no da este permiso", porque Ella sería, dice Nuestra Señora, "profanada - profanada."  Nuestra Señora le dará visión a muchos, y un día le dará visión a todos.  Le he preguntado a Nuestra Señora, ya que siento que quisiera compartir con todos lo que puedo ver, y le pregunté a Nuestra Señora si Ella podría permitir que todos La vieran.  Pero Ella dice que todavía no está en la voluntad de nuestro Padre, porque Ella sería profanada.   Nuestra Señora dice:

Nuestra Señora - "Bendito aquel quien no ve, pero sin embargo creerá, porque de tal es el Reino del Cielo.  Son dadas gracias en abundancia a vosotros de estos Terrenos sagrados.  Muchos recibirán manifestaciones más allá del entendimiento humano.  No los despreciéis ni miréis en las esquinas equivocadas, porque satanás trabajará entre vosotros creando maravillas.  Pero Yo os aseguro, hijos Míos, que no seréis engañados porque satanás no puede continuar con su engaño.  Dios es omnisciente y bueno.  Satanás es como una manzana podrida;  su olor os será dado con el tiempo.  El se pudre y cae."  (Pausa).

Verónica - Nuestra Señora dice que les diga que el mundo no podría haber llegado a su estado actual si no se les hubiera olvidado el valor de la oración.  La oración ha sido desechada.  Y Nuestra Señora dice... preferiría, Madre, repetir tus palabras:

Nuestra Señora - "Hijos Míos, satanás ha tomado de vuestras mentes y de vuestros corazones la realidad de un mundo que existe más allá del velo.  De esta manera, él os da a todos los deleites que miman a vuestra naturaleza humana, haciendo que sucumbáis a las tentaciones de la carne.  Por lo tanto, reconoced los rostros del mal que está entre vosotros.  No sigáis como ovejas al matadero.  En vuestros corazones, si no caéis del camino y permanecéis cerca de Mi Hijo en Su Casa... Venid a El a menudo por consejos, y no seréis llevados por mal camino por los agentes del príncipe de las tinieblas, quien ahora vaga a través de vuestro mundo.

“Mi Corazón sangra como una Madre por la juventud de vuestra tierra y del mundo, porque realmente son las víctimas que sufren de sus mayores, de un mal ejemplo en los hogares, un mal ejemplo en los gobiernos de vuestro país y del mundo, y un mal ejemplo en la Casa de Mi Hijo.  ¿Qué más podemos hacer?  Mi Hijo no conoce otra respuesta más que terminar vuestra era.

“Os he suplicado, hijos Míos, para que os arrepintáis de vuestras maneras.  Ya no queda arena en el reloj de arena.  El tiempo del Cielo no es afín al del hombre; pero os puedo asegurar, hijos Míos, que el tiempo terrestre se hace más corto.  No seréis totalmente purificados como en el tiempo de Noé.  No, vuestro mundo no será destruido totalmente, sino habrá una purificación gradual hasta que todos los que permanezcáis seréis aquellos quienes se unirían a Mi Hijo para establecer el Reino.

“Os traigo las palabras de verdad del Padre, y os ruego vuestra comprensión que como Madre vuestra vengo a la tierra ahora a advertiros y a guiaros, con gran esperanza que escucharéis ahora y atenderéis las palabras de Mi Hijo desde el Cielo.  Estáis en el camino de vuestra propia destrucción.  ¡Muchos serán perdidos en la gran llama de la Bola de la Redención!

“Ahora debéis hacer a un lado los libros creados por satanás para vuestra destrucción.  Debéis devolver a vuestros hogares el Libro de la Profecía (Nuestra Señora quiere decir la Biblia) y leedlo.  No es un libro que sea nostálgico.  He escuchado, hija Mía, esa palabra usada  frecuentemente en vuestro mundo.  No es pasada de moda; no es un mito.  Oh, hija Mía, las palabras que Hemos escuchado, aún dentro de las casas de Dios, caen sobre Nuestros oídos.  Cerramos Nuestros oídos, esperando suavizar las espinas en el Corazón de Mi Hijo, la daga que vosotros habéis escogido para atravesar Su Corazón.

“Ya el cáliz se ha derramado.  La balanza de vuestra destrucción está en vuestras manos.

SE PERDERÁN BILLONES

            "El hombre ahora hará una expiación completa al Padre, o recibirá su recompensa por medio de una gran Advertencia a la humanidad, y si esto no es atendido, un gran Castigo.  En este Castigo, hijos Míos, se perderán billones.  Muchas vidas se perderán.

Verónica - ¡Oh-h-h!  ¡Oh-h-h!  Nuestra Señora dice:

CHOCADO POR UN PLANETA

Nuestra Señora - "Vuestra tierra, a su debido tiempo, será chocada por un planeta.  Esta es la voluntad del Padre.  Las páginas del Libro de la Vida y del Amor (la Biblia), pasan cada vez más rápidamente.  El hombre aviva las llamas de los fuegos, y muchos caen al infierno tan rápidamente como los copos de nieve que caen de vuestros cielos en el tiempo terrenal.

“Vosotros sostenéis la balanza para vuestra propia salvación y para la continuación de la tierra tal y como la conocéis.  Penitencia, oración y expiación.  Pronto Mis palabras se detendrán.  El Padre ahora considera que el tiempo restante sea utilizado en oración y en expiación, en buenas obras y ejemplos.  Estos son los instrumentos para la salvación de la humanidad.

“Ahora continuaréis, hijos Míos, con vuestras oraciones de expiación.  Mi Hijo estará pronto aquí para bendecir vuestros sacramentales.

Verónica - Ella es tan bella.  Oh, Ella está de pie - no, Ella está sentada ahora.  Ella caminaba hacia adelante;  Ella está vestida bellamente.  Nuestra Señora está sentada sobre un - oh, Su corona, es simplemente bella.  Tiene - oh, terciopelo rojo.  Nunca había visto a Nuestra Señora vestida de esta manera.  ¡Simplemente tan bella!  Ella se ve tan - tan regia.  Y, ¡Oh!  Sobre Su cabeza está la corona más bella.  Es toda dorada, y tiene piedras.  Nunca había visto piedras como éstas.  Son en punta.  La parte superior de la corona termina en puntas, con las piedras más bellas.

Oh, y ahora Nuestra Señora - a túnica que Ella tiene puesta es como de un color rosado y, pero tiene un manto, porque Ella está sentada sobre él.  Y tiene un amarre dorado alrededor del manto, y se extiende más allá del trono - creo que se podría llamar un trono.  Es una silla enorme, una bella silla dorada, y tan brillante.  Pero parece como que está hecha de oro puro.

Y ahora el manto de Nuestra Señora Le llega debajo de Sus pies.  Y Nuestra Señora sonríe porque estoy viendo Sus zapatos.  Y Ella piensa que es muy divertido que le esté viendo Sus zapatos, pero nunca había visto Sus sandalias con - tiene como rosetas doradas en Sus sandalias.  Ahora Nuestra Señora pone Su pie hacia adelante.  Puedo ver las rosetas doradas sobre Sus sandalias.  Son tan bellas.  Ahora Nuestra Señora se inclina, y Ella dice, "Continúa, hija Mía."  Nuestra Señora está muy satisfecha, suena como si Ella pensara que es muy divertido que yo describa como es Ella.  Pero ahora continuemos.  (Pausa) ¡Oh!  Nuestra Señora dice:

Nuestra Señora - "Hija Mía, tu esperaste la batalla... te he dicho que no sería fácil."  (Pausa).

Verónica - Ahora Jesús viene hacia aquí.  El ha estado esperando, y quería parar antes pero Él dijo, "No, debes terminar las oraciones".

Jesús está del lado derecho del asta de la bandera, y todos los que puedan deben arrodillarse - sé que a Jesús le gustaría que se arrodillaran, porque tan pocos se hincan ahora, Él dice, en el mundo.  Así que, por lo tanto, ahora - oh, ¡Él es tan bello!

Jesús está de pie del lado derecho ahora.  Él tiene puesta Su capa roja, y esta túnica color crema.  Y ahora la capa está sobre Su brazo derecho.  Ahora Jesús viene hacia acá.  Él flota;  El no camina;  como que El flota hacia acá.  Y Él está ahora de pie a mi lado derecho, lo que será por los árboles.  Y ahora Él va a levantar Su mano.  Ahora Jesús está - Él me hace señas así.  Él desea que yo escuche:

Jesús - "Hija Mía, instruye a las queridas almas para que sostengan sus sacramentales que tengan disponibles, y no será necesario que saquen todos los artículos de naturaleza divina de las cajas.  Os aseguro, hijos Míos, que puedo ver a través de ellas."

Verónica - Y ahora Jesús levanta Su mano arriba de Su cabeza, y El ahora hace la señal de la cruz.  Él tiene Sus tres dedos - no sé si lo puedo imitar - Sus tres dedos juntos, y Él dice:

Jesús - "Os bendigo, hijos Míos, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo."

Verónica - Y ahora Jesús ve hacia - El flota hacia - El no camina;  El simplemente parece deslizarse, como que el aire lo llevara hacia donde va.  Y ahora Jesús está en - por el asta de la bandera, justamente enfrente, justamente arriba de la cabeza de la estatua de Nuestra Señora.  Y Su túnica ahora casi toca la corona de Nuestra Señora... aquí.  Ahora Jesús ve hacia aquella dirección, y de vuelta;  El ve hacia allá y de vuelta.  Pero ahora Él eleva Su mano alto arriba de Su cabeza.  Él coloca Su mano de distinta manera, sin embargo, así;  y Él hace la señal de la cruz: En el hombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Ahora Jesús va hacia allá... ¡Oh!  Nuestra Señora se ha aparecido ahora.  Ella está por los árboles, y Ella ahora viene hacia acá.  Nuestra Señora- oh, ¡Ella es tan bella!  Ella está vestida en una especie de túnica color crema con un bello manto color crema.  Tiene en todo el borde del contorno, un ribete de oro.  Y la misma túnica está cubierta por un manto que Le cubre toda Su cabeza.  No puedo ver el cabello de Nuestra Señora esta noche.  Pero ahora Ella viene hacia acá, y Ella está de pie al lado de Jesús.  Y Nuestra Señora sonríe.  Ella es muy bella.  Nuestra Señora se ve diminuta al lado de Jesús, porque Él es bastante alto.

Jesús viene hacia el lado izquierdo, y Él eleva Su mano, pero no tan alta.  Está como por encima de Su cabeza, así.  Y Él tiene Sus tres dedos unidos.  Y ahora Él hace la señal de la Trinidad: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.  Ahora Jesús se inclina.  Debo repetir:

Jesús - "Os bendigo, hijos Míos, con las gracias en abundancia, gracias necesarias para la conversión de los pecadores y la restauración de la salud para las enfermedades corporales.  Estas gracias serán dadas para propagar el trabajo de la Misión de Mi Madre.  Muchos se burlarán, muchos rechazarán, pero tristemente, es su propia decisión."

Verónica - Ahora Jesús va hacia allá.  Jesús habla más fuertemente que Nuestra Señora.  A veces, suena a veces como San Miguel;  Él retumba en mis oídos.  Pero sin embargo, es bello.  El no gritó tan fuertemente como San Miguel la otra noche.  Y ahora Jesús flota hacia allá, y Él eleva ahora Su mano, y Él bendice ahora a todos por los árboles, aquí: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo  en la señal de la Trinidad.

Nuestra Señora viene hacia adelante, y Ella tiene Su enorme Rosario.  Las cuentas son muy bellas;  son como perlas.  Son muy grandes - muy grandes.  Ahora, a medida que Ella las levanta, destellan, y los colores, a pesar que son blancas - creo que son blancas  pero parecen destellar en todos los colores como si captaran los colores del arco iris.  Y ahora el Padre Nuestro es dorado, y ahora el - oh, el crucifijo es muy grande.  El crucifijo es tan grande que... es excepcionalmente grande esta noche.  Nuestra Señora ha hecho... ¡Oh!  Nuestra Señora dice que el crucifijo es muy grande porque... ¡Oh!... por la pesada cruz que será colocada sobre el mundo.

Ahora Nuestra Señora toma Su crucifijo, y Ella ahora lo sostiene así.  Es muy grande.  Y Ella lo sostiene en forma recta, así.. así.

Nuestra Señora - "En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.  Yo, también, hijos Míos, os digo de las grandes gracias ganadas por escuchar a Nuestro llamado.  Nuestro llamado va al mundo, y muchos responden.  Esto alegra Nuestros Corazones, porque Nosotros sabemos que con cada llamado hay una posibilidad de recuperar otra alma."

Verónica - Y ahora Nuestra Señora ve hacia esta dirección, y Ella eleva Su crucifijo: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.  Amén.  Ahora Jesús viene hacia delante, y Él dice:

Jesús - "Verónica, hija Mía, e hijos Míos, no os desaniméis por los agentes enviados entre vosotros.  Ellos vienen a alterar.  Los que se burlan son muchos, pero recordad Mis palabras: sólo unos pocos serán salvados en el conteo final.  ¡Cuán triste, cuán triste, hijos Míos, este conocimiento: sólo unos pocos serán salvados en el conteo final!"

Verónica - Y ahora Jesús eleva Su mano: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.  Amén.  Ahora Jesús flota;  Él va hacia atrás,  hacia atrás por el árbol, y Nuestra Señora se adelanta. Ahora oh, puedo escuchar  son ángeles.  Escucho voces que cantan.  ¡Oh!  ¡Oh, ellos también saben las canciones que nosotros cantamos! Ellos cantan: ¡alelu-y-y-y-y-ya!  ¡alelu-u-u-u-ya! Pero no lo puedo repetir.  Así que ahora hay un ángel de pie al lado de Nuestra Señora.  ¡Oh, es San Miguel! Oh, San Miguel.  No se puede dejar de ver a San Miguel;  su cabello es tan dorado.  Duelen los ojos de verlo.  Su cabello es como un bronce, como un, una especia de bronce metálico.  ¡Oh!  Él dice "Translúcido, no bronce".  Bien - y Nuestra Señora dice que ahora estamos libres para cantar como queramos las melodías de alegría que llegan al Cielo.

 

 

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sonia@nuestrasenoradelasrosas.org
 

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Revised: March 27, 2010