Nuestra Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres     

3 de octubre de 1991 - Fiesta de Santa Teresita del Niño Jesús

Jacinta realmente le confió el famoso Tercer Secreto de Fátima a la Madre Godinho

    Temprano esta tarde, a las 12:12 p.m., mientras Verónica reposaba en el sofá de su sala, descansando de sus problemas debilitantes de salud que la han plagado durante años, Santa Teresita, la Pequeña Flor, se le apareció repentinamente.
   
La popular monja Carmelita francesa, quien fue declarada santa por la Iglesia Católica Romana en 1925, y cuya fiesta es celebrada tradicionalmente el día de hoy, le reveló a Verónica únicamente su rostro.  Estaba bañada en una luz brillante, con una apariencia juvenil, contenta pero, sin embargo, seria.
   
“Honren en todo momento la Salutación:  Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
    “Las personas de la tierra no han progresado satisfactoriamente dentro del plan para la salvación de sus almas.  Les pedimos a todos oración, penitencia, expiación.  El tiempo se hace más corto.
    “Deberán dársele todo honor y gloria a la Santísima Trinidad.  Apresúrense, atiendan y escuchen, porque no repetiré nuevamente esta llamada.”     

TERESA DE LISIEUX 
Entonces, Santa Teresita procedió a revelarle a Verónica un gran secreto.
   
Ahora, como estamos en los últimos días, cuando muchas cosas escondidas han de revelarse, Santa Teresita ha revelado a través de Verónica una revelación asombrosa:  la pequeña Jacinta realmente le confió el famoso Tercer Secreto de Fátima a la Madre Godinho, una mujer piadosa que la cuidó durante su enfermedad fatal.  Jacinta instruyó a la Madre Godinho que le transmitiera un mensaje a cierto sacerdote nombrado por Nuestra Señora, pero trágicamente, fracasó en la misión que le confiaron, por razones que Santa Teresita le reveló a Verónica.  (Realmente, no se le permite a Verónica revelar todo lo que Santa Teresita le confió, pero el informe siguiente representa una porción significativa).
    Dos noches más tarde, inquieta y sin poder dormir, Verónica deliberaba sobre los hechos alarmantes que Santa Teresita había divulgado, cuando fue inspirada para buscar al Hermano Miguel, quien pertenecía al trabajo autoritario y monumental de la Santísima Trinidad sobre Fátima,  Toda la Verdad sobre Fátima

CANÓNIGO FORMIGAO
El Volumen II contiene una reseña detallada de la dolorosa enfermedad de la pequeña vidente y sobre su muerte.  Mucha de la información siguiente está tomada de esta fuente.
    En el Apéndice II del Capítulo IV, se encuentra el texto de un mensaje dado al Canónigo Manuel Formigao por Madre Godinho, a solicitud de Jacinta.  El Canónigo Formigao, un sacerdote muy santo,  fue el confesor de Jacinta y creyó de todo corazón en las apariciones.
    El Apéndice III enumera lo que el autor llama “un mensaje apócrifo”,  un mensaje que él, y otros expertos en Fátima, consideran que quizá no es auténtico.  Está en forma de carta enviada por la Madre Godinho al Papa Pío XII en 1954.  La carta sí existe y fue realmente enviada al Santo Padre, pero el Hermano Miguel, en su comentario, enumera varias razones por las cuales duda de la veracidad del mensaje. 

SANTA TERESITA VIERTE NUEVA LUZ
El esclarecimiento dado por Santa Teresita vierte nueva luz sobre ambos mensajes enviados por Madre Godinho y muestra que, en vez de dos mensajes separados, realmente hubo un único mensaje y tenía que haber sido dado totalmente al Canónigo Formigao, quien lo pasaría entonces al Santo Padre.
    María de la Purificación Godinho fue la directora y fundadora, a lo que se le refiere como Madre del orfanato de Nuestra Señora de los Milagros en Lisboa, en donde Jacinta se quedó cierto tiempo durante su enfermedad fatal, antes de ingresar al hospital para un tratamiento quirúrgico.  La Madre Godinho había reunido con ella a una comunidad de mujeres que vivían como religiosas pero sin el hábito y sin un reconocimiento oficial. 

EL SUEÑO DE MADRE GODINHO
Ella había esperado fundar una orden de monjas, un sueño al cual se aferró con tenacidad durante toda su vida, a pesar del hecho que su Obispo repetidamente rehusó concederle la autorización necesaria.  Aparentemente, él sintió que, a pesar de sus intenciones obviamente buenas, no poseía las cualidades necesarias para llevar a cabo tal empresa.
    Poco antes de su fallecimiento, Jacinta había pedido repetidamente que le fuese llamado a su lecho de enferma el Canónigo Formigao, explicándole que Nuestra Señora se le había aparecido y que le había dado un mensaje que debía darle a él.  Desafortunadamente, el buen sacerdote no pudo llegar inmediatamente y llegó pocos días después de la muerte de Jacinta.
    Mientras tanto Jacinta, sabiendo que moría, le dio el mensaje a la Madre Godinho, pidiéndole que se lo informara al Canónigo.
    Con la llegada del Canónigo Formigao, Madre Godinho se reunió con él y le repitió la primera parte del mensaje de la pequeña Jacinta.  Involucraba un castigo para Portugal, especialmente la ciudad de Lisboa, en reprimenda por los pecados y crímenes cometidos en ese país.
    Como lo atestiguó más adelante Madre Godinho, Jacinta había explicado que la profecía de la Santa Madre era condicional:  “Si hubiesen almas que hiciesen penitencia y reparación por las ofensas contra Dios, y fuesen instituidos trabajos de reparación para pagar por los crímenes, se podría prevenir el castigo.” 

AMBICIÓN QUE QUEMA
¡Cómo habrán sonado estas palabras en los oídos de Madre Godinho y cómo habrán echado leña a su ambición de fundar una orden religiosa!  No habría problema alguno con Madre Godinho en transmitir la primera parte, ya que encajaba perfectamente bien en sus planes.  Sin embargo, la parte restante del mensaje sería una historia distinta.  Ella mantuvo esa parte como su propio secreto, buscando todo el tiempo la aprobación del obispo.
    Finalmente, en 1954, a la edad de setenta y seis años, le escribió al Santo Padre, papa Pío XII, osando presentar su propuesta orden de monjas franciscanas como el deseo expreso de la Santísima Virgen María, elaborando el resto del mensaje secreto para que se adaptara a sus sueños.
    Los primeros dos párrafos de su carta fueron dedicados como una apelación ardiente al Santo Padre para que le diera la autorización que ella tan ansiosamente buscaba.  Cuando omitimos todas las muchas referencias a su favor y su propuesta orden religiosa, lo que queda de lo que hemos aprendido ahora es un mensaje distorsionado, sin duda alguna mezclado con verdades pero definitivamente desprovisto del meollo del Tercer Secreto. 

UNA OMISIÓN CRÍTICA
Sabemos que los pequeños videntes de Fátima estuvieron sujetos a toda clase de mofa e incredulidad, así como a interrogatorios interminables de parte de las autoridades.  La Madre Godinho se dio cuenta de esto y supo que si hacía público todo el mensaje que Nuestra Señora le había dado a Jacinta, podría ser el blanco de un escrutinio similar,  poniendo en peligro su meta de fundar una orden de monjas.  Por lo tanto, de acuerdo a Santa Teresita, Madre Godinho omitió la parte más crucial del mensaje.
    Todos sabemos que el famoso Tercer Mensaje de Fátima supuestamente debería ser revelado públicamente en 1960, pero al día de hoy, sigue enterrado en los archivos del Vaticano.  Desconocido a la fecha es el hecho que también fue enterrado en la tierra en 1960, ¡cuando Madre Godinho se fue a su tumba!
    Sí, de acuerdo a la revelación de Santa Teresita, el Tercer Secreto fue una parte integral del mensaje final que Nuestra Señora dio a Jacinta para el Canónigo Formigao.  Sabiendo que pronto moriría, Jacinta se lo reveló a la Madre Godinho para que se lo transmitiera al Canónigo Formigao.
    Madre Godinho solamente fue una intermediaria;  el mensaje no estaba intencionado para ella en lo absoluto.  Sin embargo, asiéndose de una oportunidad para lograr sus propias ambiciones, ella le dio al bien sacerdote únicamente la parte relacionada a Portugal y se guardó el resto para ella. 

EL ANTICRISTO
Nuestra Señora le reveló una vez más a Jacinta, poco antes que ésta falleciera en febrero de 1920, lo que realmente es la esencia del Tercer Secreto de Fátima:  ¡que el 666, satanás, las fuerzas del anticristo, entraría en el reino más alto de la jerarquía en Roma en el año de 1972!
    Dadas la debilidad y la obsesión de la Madre Godinho, parecería que esta predicción de un evento que probablemente no sucedería durante su vida, realmente sirviera para aumentar engaño.  Y ciertamente, ella nunca obtuvo su orden.
    Nuestra Señora le dijo a Verónica que por esta infidelidad, Madre Godinho sufriría en el purgatorio durante ocho años hasta el año de 1968. 

PAPA PABLO VI -  UN PRISIONERO
Ahora sabemos por los mensajes de Nuestra Señora que, a partir de 1972, el Papa Pablo VI  fue mantenido como prisionero virtual en el Vaticano.  Algunos eclesiásticos en los puestos más altos de la jerarquía, infiltrados o habiendo perdido la gracia, drogaron al Papa, censuraron su correo, falsificaron sus documentos y finalmente pusieron un impostor para que completa su plan siniestro.
    El mismo Papa Pablo le dio al mundo una indicación de esta terrible situación el día 29 de junio de 1972, cuando dijo:  “De alguna fisura entró el humo de satanás en el Templo de Dios”.  A pesar que en ese momento era generalmente desconocido, realmente tuvo que sufrir mucho.  Mientras los observadores de Fátima esperaban ver una gran hecatombe en el mundo para el año 1972, tal como lo predijo la carta de Madre Godinho, el Papa Pablo comenzaban su martirio silente y heroico a medida que veía la demolición de la amada Iglesia de Jesús, desde adentro. 

MÁS ORACIONES PARA LOS SACERDOTES
Es precisamente una horrible situación como ésta que subestima la importancia y la necesidad de oración y más oración para los cardenales, obispos y el clero de todo rango.  Y así, desde septiembre de 1972 – no precisamente coincidentemente – hemos llevado a cabo una Hora Santa para los sacerdotes todos los domingos (vea la casilla en la página 2).
    En conclusión, uno sólo se puede preguntar cuál hubiese sido el escenario hoy en día si Madre Godinho hubiese cumplido correctamente.   ¿Hubiese sido públicamente divulgado ya el Tercer Secreto?  ¿Hubiese impedido, o por lo menos dificultado, este conocimiento los diseños malignos de aquellos que buscaron destruir la Iglesia, una Iglesia que hoy yace en confusión y revoltijo?  ¿Hubiese sido considerado, y mucho menos convocado, el Segundo Concilio Vaticano?  O, si lo hubiese sido, ¿hubiese tenido una agenda distinta?

 

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Revised: March 27, 2010