Nuestra Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres     

10 de Febrero de 1973 – Víspera de la Fiesta de Nuestra Señora de Lourdes

 

Verónica - San Miguel está del lado derecho del asta de la bandera. Ahora El viene hacia adelante, y él dice:

San Miguel - "Daros prisa y escuchad bien las palabras de la Altísima Reina del Cielo.  Sus directrices serán seguidas, o recibiréis el castigo que se merece una generación malagradecida."

Verónica - Ahora Nuestra Señora desciende.  Oh.  Oh, Ella está vestida bellamente.  Nuestra Señora está toda de blanco.  Alrededor de todo el contorno de Su capa - Le cubre Su cabeza, desde Sus pies hasta Su cabeza, y de vuelta hasta Sus pies - hay un borde dorado.  Es muy brillante.  A medida que la luz cae sobre ella, brilla.  Y ahora a medida que brilla, veo que aparecen pequeñas Hostias.  Ellas parecen flotar a todo alrededor de Su cabeza, brillando bellamente.

Nuestra Señora desciende.  Ella está del lado derecho de la bandera.  Y Ella ve hacia abajo, a Su lado derecho y Su lado izquierdo, y Ella extiende Su mano.  ¡Oh! Pero en Su mano hay un corazón grande, y ¡gotea sangre!  Y Nuestra Señora dice:

Nuestra Señora - "Ved Su Corazón, ¡tan desgarrado por las ofensas en Su contra!

“Mi mano se cansa.  Yo detengo la oscuridad.  He ido a través del mundo, suplicándoos expiación.  Mis súplicas han caído en tantos oídos sordos y sobre muchos quienes han permitido quedar ciegos a través de los placeres y la búsqueda de bienes mundanos."

Verónica - Ahora Nuestra Señora flota hacia - Ella nunca camina - Ella flota hacia el lado izquierdo de la bandera.  Y veo a muchos, muchos ángeles, venir a través de las nubes.

Ahora veo a un hombre.  El viene hacia adelante y dice:

San Roberto Belarmino - "Yo estoy de pie sobre mi homónimo, porque la batalla que se acerca será una, no sólo para la salvación del alma humana, ¡sino para la existencia de la verdadera Iglesia de Dios!"

Verónica - Ahora, del lado derecho hay un hombre.  Oh, yo sé, es San Benito.  El sostiene un libro grande, y el señala al libro, y dice: SAN BENITO

San Benito - "La ley será seguida sin cambio alguno!"

Verónica - ¡Oh! Ahora San Benito señala hacia arriba - arriba al cielo.  Y él dice:

San Benito - "¡Mirad lo que ha sido planeado por el Padre para aquellos quienes han endurecido sus corazones!"

Verónica - ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! Yo veo - hay ahora una gran oscuridad que cubre el mundo. Y ahora hay una gran bola.  Parece como un sol. Pero ahora es muy pequeña en la distancia.  Yo veo que se acerca por años, meses, días.  Y ahora Nuestra Señora está de pie del lado derecho, y Ella dice:

Nuestra Señora - "¡Contad ahora cada día y vividlo como si ya no fuera haber un mañana en vuestra tierra!

“Penitencia, expiación, sacrificio: Yo os he pedido y suplicado.  Vuestro país ahora sostiene la balanza para la destrucción del mundo.

“Nosotros observamos la batalla que ruge sobre la tierra.  Despertad y mirad con corazones iluminados sobre los hechos y la verdad.  Ahora estáis viviendo en la batalla de los espíritus, los días de la oscuridad venidera.

“He escogido permanecer  sobre la tierra como una Mediadora entre Dios y el hombre.  Permaneceré aquí con vosotros y he enviado muchos guardianes sobre la tierra para que os guíen en la batalla que se aproxima.

“Nuestros Corazones y lágrimas caen sobre los jóvenes, víctimas de sus mayores.  El juicio de Dios no será comprendido por el hombre.  Por lo tanto, todos os dirigiréis por el buen ejemplo y la oración.  No busquéis castigar a vuestro vecino, sino con buen ejemplo y oración llevadlo de regreso al camino del Reino.

“Hay mucho error y engaño sobre la tierra.  Muchos han caído a las maneras mundanas, que conlleva a una sociedad que está basada en el humanismo, modernismo y satanismo puro.  Antes que termine la batalla, habréis escogido vuestro camino y la eternidad última para vuestras almas.

“La ceguera del corazón y el orgullo intelectual han colocado a muchos de nuestros altos sacerdotes sobre el camino hacia la condenación.  Su ejemplo llevará a muchos con ellos, pero ellos, también, pueden regresar si dejan sus maneras mundanas, y retornan a la oración y matan de inanición a los demonios que han entrado en sus cuerpos.

“No habrá racionalización entre los hombres, en cuanto al  pecado, porque el pecado es la condenación.  ¡Y no habrá excusa! (Pausa).

“Si este vuestro mundo continúa, continuaréis sobre el camino hacia  una condenación en la eternidad del infierno.  ¿Os preguntáis por qué Nosotros os suplicamos ahora, hijos Míos, para que os preparéis para lo que os espera? (Pausa).

“Vuestro país y vuestro mundo serán purificados con pruebas.  Cuán necios son aquellos quienes escogen el  camino fácil, el camino que lleva a la oscuridad.  Cuán triste que ellos cambien una vida de belleza en el Reino por los tormentos de la condenación en el infierno con Lucifer.

“Rezad, rezad mucho, hijos Míos, por aquellos quienes están en las tinieblas.  Vosotros, quienes habéis tenido la gracia de tener vuestros ojos abiertos a la verdad, estáis bajo la obligación ahora de difundir la palabra y de recuperar a aquellos quienes necesitan de vuestra ayuda y de vuestras oraciones y sacrificios.  Estas gracias os fueron dadas para que fuerais campeones en la batalla."

Verónica - Ahora veo del lado izquierdo del asta de banderas, Nuestra Señora va hacia el lado izquierdo, y allí hay dos hombres ahora de pie con libros en sus manos.  Y reconozco a Santo Tomás de Aquino, San Roberto Belarmino.  Y ahora hay un hombre joven quien viene y se adelanta.  El está vestido - se ve casi como una túnica de niño de coro.  Es - yo - yo no reconozco su vestimenta.  Se ven como de sacerdote, pero él tiene una capa sobre su - la vestimenta negra.  Y ahora él sostiene un libro.  Y dice, "El Libro de la Vida".

Y él señala ahora hacia San Roberto, San Roberto Belarmino.  Ahora San Roberto sostiene en alto el libro.  ¡Oh! Y es - es todo rojo.  El libro es rojo. Pero sobre la cubierta hay una gran cruz negra.  El dice:

San Roberto Belarmino - "El libro también va hacia una oscuridad profunda.  Las palabras no serán re-escritas para agradar al hombre.  Las palabras de Dios no serán cambiadas para consentir al hombre sobre la tierra.

“Se darán muchas advertencias antes del Castigo.  Una advertencia grande será dada pronto a vuestro país.  El Castigo y la limpieza vendrán al mundo en dos partes.  Una será de vuestro lado."

EL CASTIGO

Verónica - Oh, Nuestra Señora me muestra un gran globo.  Puedo ver a los Estados Unidos y a Canadá. Y puedo ver a Sur América.  Y también ahora Nuestra Señora señala hacia el lado izquierdo del globo.  Y allí está Asia, Egipto, África.  Y luego, ¡oh! hay una guerra terrible.  Muchas, muchas personas mueren.  Muchas, muchas personas morirán, dijo Nuestra Señora.  Muchas almas no preparadas para venir al Reino.

Nuestra Señora señala hacia - hacia el lado derecho  hay un gran globo.  Ahora en el cielo yo veo - es una bola - se ve como el sol, pero no, está rastreando - gira muy rápidamente a lo largo del cielo.  Y tiene serpentinas de fuego que salen por atrás.  Y gira tan rápidamente.  Oh,   el calor - es muy intenso.

Ahora una de las colas le ha pegado a - ¡oh! ¡Oh! Veo - yo - yo veo ahora ciudades.  Hay un gran fuego.  Y todas las luces - no hay electricidad - todas las luces se han apagado.  Y las personas corren y tratan de encontrar candelas.  Pero el aire se ha vuelto estancado.  Y parece no haber oxígeno.  Y ellos no pueden encender las luces de las candelas.  Está muy, muy oscuro.

EL CASTIGO DE NUEVA YORK

            Ahora esta bola, se balancea - parece ser - pasa muy rápidamente a través del cielo.  Y a medida que pasa encima, hay grandes partículas de polvo (aquí Verónica tose).  Las personas que están paradas afuera - ellas - ellas no pueden respirar.  Es asfixiante.  Es como si tierra cayera del cielo.  Ahora - ahora hay rocas grandes.  Y - y - ¡oh! Oh, algunas caen sobre las personas.  Los edificios se han - algunos de los edificios se han caído, y las personas corren para alejarse.  Pero no hay lugar a donde correr, porque ahora hay - hay - las olas han empezado a subir muy, muy altas.

Y, oh, las olas ahora son de diez - doce pies de alto, ¡y ellas entran sobre la tierra! Y ahora veo - veo parte de - ¡oh! ¡Oh!  ¡Oh¡ Nueva York.  ¡Oh! ¡Oh! Ahora el cometa gira.  No es - no es - no es sólo Nueva York.  Cubre toda la tierra.

Pero ahora veo - Nuestra Señora ahora señala hacia la derecha, y allí hay un mapa.  Y veo pequeños puntos de luz.  Veo uno, dos, tres - sobre nuestro lado del mapa, parece ser desde Nueva York hasta la Florida.  Veo uno, dos, tres, cuatro - se ven como ocho o nueve candelas.

Y luego hacia el centro, hay aproximadamente, quizá quince o veinte candelas.  Y obre, sobre - se ve - como desde el estado de Washington hasta México, veo muy pocas candelas - sólo - quizá sólo cuatro.  Ahora Nuestra Señora viene.  Y ahora Nuestra Señora dice que debo escuchar, pero no repetir.  (Pausa).

Nuestra Señora - "El hombre estará sujeto a una limpieza que nunca ha experimentado desde el inicio de su mundo.  Todos aquellos que son de espíritu bueno no tendrán temor, porque todo está en el plan del Padre.  El hombre ha apurado lo que había sido planeado para el futuro.  Hay gran esperanza que los pequeños ejércitos colocados a través del mundo retendrán la oscuridad."

Verónica - Ahora - oh, Nuestra Señora se adelanta.  Y, ¡oh! Santa Teresita está con Ella, y - oh, Santa Teresita y sus hermanas.  Y debe haber mucho viento allá arriba porque sus faldas ondean.  Y Santa Teresita sonríe.  Y ella dice:

Santa Teresita - "Mis hermanas, he venido muchas veces a los terrenos sagrados porque prometí dirigiros desde el Cielo.  Yo no os guío mal cuando sigo las instrucciones de la Reina del Cielo.  No me coloco por arriba del hombre y sus flaquezas, y estoy sólo como un pequeño punto en el mundo y en el firmamento del Cielo. Pero yo, también, sé lo que os espera en vuestro mundo.

“Debéis abrir vuestros corazones al Espíritu Santo.  Hay mucho engaño.  Muchas almas ahora están camino al infierno.  Nosotros lloramos, vertimos muchas lágrimas por aquellos quienes estarán perdidos para el Reino.

“Satanás ha entrado a los hogares de mis hermanas.  Un fuerte ejemplo de disciplina y de pureza debe mostrarse dentro de los hogares de mis hermanas.  No sigáis como las ovejas al matadero."

Verónica - Ahora Santa Catarina Labouré desciende, y ella está de pie al lado de Nuestra Señora y de Santa Teresita. Y ella dice:

Santa Catarina Labouré - "¿Cuántas veces debe la Reina del Cielo verter Sus lágrimas sobre un mundo que Le da su espalda?  Nosotros esperamos el resultado final, y la mano será puesta pesadamente sobre el mundo.

“Estamos muy afligidos en el Cielo de encontrar el número de nuestras hermanas que han caído en fila y van, con felicidad en el corazón, por el camino hacia el abismo.  Ellas no buscan el camino hacia el Reino, sino los placeres del mundo que sólo serán temporales.  La eternidad: ¿No buscáis una eternidad para vuestra vida y vuestra alma? ¿Cuál es la duración de la eternidad, mis hermanas?  ¡Es para siempre! Vuestros años terrenales son sumamente cortos, pero el Reino es para siempre.

“¿No tenéis vergüenza de exponer vuestros cuerpos?  ¿No sabéis que vuestro ejemplo os ha sido dado falsamente para guiaros hacia la oscuridad? Abrid vuestros corazones al Espíritu Santo.  Aceptad los sacramentales dados por el Altísimo Señor Dios del Cielo y por la Reina del Cielo.  Usadlos, y no dejéis que los demonios entren en vosotros.  (Pausa).

“Estamos de pie, adelante, en la batalla para la recuperación de todas las almas que Lucifer se ha llevado."

Verónica - Se vuelve muy oscuro. Santa Teresita y sus hermanas, ellas flotan hacia atrás, muy arriba, sobre el asta de la bandera.  Y ellas van directamente al cielo.  Casi no las puedo ver.

Ahora hay una luz muy, muy brillante alrededor de Nuestra Señora.  Y Ella desciende.  Y ahora Ella está de pie arriba del asta de la bandera, hacia el lado derecho, y Ella tiene Sus manos extendidas, así.  ¡Oh! Ahora de Sus manos salen rayos de luz.  Ahora los rayos de luz - ¡oh!  Ellos - ellos - ellos bajan a ambos lados del asta de la bandera, los rayos de luz.  Ahora ellos son muy, muy fuertes.  Hay tres rayos de luz de cada una de las manos de Nuestra Señora.  Y ellos bajan sobre las personas.  Y Nuestra Señora sonríe ahora.  ¡Oh, Ella es tan bella! Ahora se forman estrellas alrededor de Su cabeza.  Son todas como un círculo pequeño.  Oh, es tan bello.

Ahora la capa de Nuestra Señora ondea.  El color ahora - hay luces azules que bajan del Cielo, que brillan sobre Su capa.  Oh, la capa está tan bella ahora.  Es azul, es azul con un borde de oro.

Nuestra Señora coloca Su mano sobre Su Corazón.  Y ahora Ella extiende Su mano y coloca Su - oh, Ella tiene el Rosario.  Nuestra Señora tiene Su Rosario en Sus manos  Es bello.  Oh, son cuentas bellas.  Son todas perlas - perlas - y el Padre Nuestro es dorado.  Ahora el crucifijo es dorado - muy grande y dorado.

Ahora Nuestra Señora viene hacia el lado derecho del asta de la bandera.  Oh, Ella va a bendecir a todos con Su crucifijo, así.  Nuestra Señora lo sostiene así: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Nuestra Señora ahora ve hacia abajo, y Ella flota hacia el lado izquierdo - nuestro lado izquierdo - del asta de la bandera. Oh, y Ella extiende Su mano, y bendice a todos del lado izquierdo con el crucifijo: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Nuestra Señora dice:

Nuestra Señora - "Os envío gracias en abundancia, gracias para pedir, el poder de curación y de conversión, a través de la oración, instrumentos para la conversión de los pecadores.  Todos los sacramentales bendecidos en los terrenos sagrados de Mi Hijo - digo Mi Hijo porque no doy crédito, hijos Míos, a Mí, como Reina del Cielo, sino que honro al Padre del Cielo y de la tierra, por las gracias que El escoge enviaros para la conversión de vuestras almas."

Verónica - Ahora Nuestra Señora dijo, "Continuarás con las oraciones de expiación, el Rosario, el instrumento de paz."

Nuestra Señora dijo que a través del mundo hay un engaño.  Se le enseña al hombre que él no será enviado al infierno ni al Purgatorio, no importa cuánto ofenda a su Dios, porque su Dios es un Dios todo amoroso.  Sí, es un Dios todo amoroso.  Y ahora veo a San Miguel que viene hacia adelante con Nuestra Señora otra vez.  Ella dijo que debo permanecer en mi silla.  Nuestra Señora dice:

Nuestra Señora - “Continúa con la disertación, hija Mía.  El es el Padre, un Dios todo amoroso, pero El le ha dado al hombre un libre albedrío.  El ha puesto al hombre sobre la tierra como Su campeón para que encuentre su camino de vuelta al Reino.  Es vuestra libre voluntad escoger a Lucifer o al Reino de vuestro Dios.

“Muchos ahora en el mundo han escogido seguir a Lucifer.  Ellos puede ser recuperados por los buenos corazones y las oraciones de aquellos quienes tienen un gran amor por la humanidad.  Penitencia, expiación y sacrificio dados a los demás, serán devueltos triplicados.

“Que no os engañe el plan de satanás de remover de vuestra mente la existencia de un lugar para purgar y del infierno.  Ellos sí existen, y ellos han existido desde el tiempo de los ángeles, cuando ellos fueron arrojados fuera, como el hombre, también, será arrojado fuera cuando se vuelva desobediente y arrogante con su Dios."

Verónica - Ahora San Miguel se adelanta, y sostiene la balanza. El dice:

San Miguel - "Ve, hija mía, cuán desigual está la balanza.  Reconoce que los pecados del hombre han colocado una carga pesada sobre la balanza.  Cuando la balanza esté totalmente inclinada..."

Verónica  Ahora San Miguel sostiene la balanza que está llena de – el escribe ahora en el cielo la palabra "abominaciones", A-B-O-M-I-N-A-C-I-O-N-E-S.  El dice: LOS ÁNGELES CON LOS TAZONES

San Miguel - "Cuando el pico de la injusticia haya sido alcanzado, y las abominaciones llenen..."

Verónica - Ahora él sostiene un cáliz dorado, y ve dentro del cáliz.  Y veo sangre que fluye del cáliz.  Y es un cáliz muy grande, dorado.  Ahora veo a tres ángeles;  ellos están de pie del lado izquierdo del asta de la bandera.  Y ellos tienen lo que parecen ser tazones para sopa en sus manos.  Ellos sostienen hacia afuera tres tazones.

Ahora un ángel eleva su mano por encima de su cabeza, así, y con su mano izquierda le da vuelta ahora al tazón.  Ahora el otro ángel señala hacia la derecha.  Ahora él viene hacia la derecha, y ha elevado su mano y dice - él señala con cuatro dedos, y él, también, tiene esta gran - lo que parece ser una urna o un tazón, y él le da vuelta.

LOS JINETES DEL APOCALIPSIS

            Ahora el tercer ángel - ¡Oh! Detrás de él hay cuatro caballos.  ¡Oh! Los caballos detrás del tercer ángel, ellos tienen todos un color: uno es negro, uno es rojo, uno es blanco y uno es verde.  Son cuatro caballos de color.

Ahora veo una gran extensión de agua, y veo dos ángeles.  Ahora ellos están de pie sobre las aguas, y ellos colocan sus manos sobre las aguas.  Y las aguas ahora están - se elevan muy, muy alto.

Ahora hay cuatro ángeles.  Es como si estuvieran en una laguna de cuatro esquinas.  Ellos ahora están de pie, cada uno con lanzas, en las cuatro esquinas de la laguna.  Y ahora San Miguel viene hacia el lado derecho, y él dice:

San Miguel - "Esto, hija mía, es otro acertijo para que el hombre lo descifre.  Si no es resuelto a tiempo, el Padre planea darle la respuesta al mundo El mismo."

Verónica - Ahora se vuelve muy, muy oscuro.  Oh no, ahora hay una luz en la parte superior del cielo.  Oh, y ahora desciende Nuestra Señora. Oh, y Ella sostiene en Su mano al Bebé, el Niño Jesús, y Ella lo sostiene muy cerca.  Y Ella dice:

Nuestra Señora - "Muchos niños de edad similar serán removidos de la tierra, muchos en contra de la voluntad del Padre, y muchos a través de la voluntad del Padre.  El hombre hará expiación por sus ofensas en contra de su Dios."

Verónica - Ahora se vuelve muy, muy oscuro, y Nuestra Señora - Ella no ha dado Su espalda, pero Ella se desliza hacia atrás, arriba del asta de la bandera y de nuestras cabezas.  Ella está arriba de nosotros - y Nuestra Señora dice:

Nuestra Señora - "Continuad ahora con vuestras oraciones de expiación y las cuentas de oración que os He dado para la recuperación de las almas." (Pausa).

Verónica - Ahora Jesús viene hacia el lado derecho del asta de la bandera. Y El eleva Su mano sobre Su cabeza, con Sus tres dedos extendidos, así.  Oh, y ahora El hace la señal de la Trinidad: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.  Ahora Jesús - oh, El se ve - oh, ¡El es tan bello! ¡Oh! ¡Oh!

            El lleva puesta una capa de color borgoña, y El tiene una túnica color crema encima, debajo, quiero decir- la capa color borgoña cubre Su túnica.  Y El tiene puestas sandalias;  puedo ver los pies de Jesús.  Oh, El me muestra Sus sandalias.  Son sandalias.  Y ahora Jesús flota hacia la izquierda del asta de la bandera.  Ahora El dice que repita después de El:

Jesús - "Os envío y difundo entre vosotros, las gracias para la conversión y la curación.  Todas las gracias que serán necesarias para la propagación de la Misión de Mi Madre sobre la tierra."

Verónica - Ahora Jesús eleva Su mano y luego hace la señal de la Trinidad: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.  Ahora flota muy por arriba de los árboles, sobre la izquierda, y El está de pie.  Y El ahora ve hacia abajo.

Oh, y Nuestra Señora viene ahora hacia Su lado.  Oh, ahora Jesús ha girado hacia Nuestra Señora, y Nuestra Señora extiende Su Rosario. Es muy grande... bello.  La luz es muy brillante.

Jesús ve hacia abajo, y eleva Su mano.  El está justamente por los árboles, arriba, entre las dos bifurcaciones de los árboles allí.  Y El extiende Su mano sobre Su cabeza, y bendice todos los sacramentales:  En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.  Ahora Jesús flota hacia el asta de la bandera.  Sí...

Jesús - "Hijos Míos, Nosotros no enviamos sobre vosotros castigos ni correcciones injustos.  Ellos son dados sólo para regresaros a Nosotros.  Todos los que permanezcáis en la Luz y cerca a Nosotros, no tendréis temor de los días venideros.

“Llevaréis el estandarte para Nuestro Vicario.  El ha aceptado su misión sobre la tierra.  El entrará al Reino en triunfo glorioso.  Las oraciones de expiación y el sacrificio para la repatriación de las almas debe continuar hasta los días de la batalla final.

CAMPEONES PARA EL REINO

            "Sed campeones, hijos Míos, para el Reino, porque las glorias del Reino muy sobrepasan los placeres temporales de vuestro mundo.

“Yo os bendigo, hijos Míos, y difundo entre vosotros las gracias para la conversión y la curación.  Mantened los sacramentales que os han sido dados a través de las épocas del tiempo de vuestro mundo.  Ellos han sido dados por una razón.  No los arrojéis a un lado, porque cuando hacéis así, arrojaréis vuestra protección en contra de satanás y de sus agentes quienes ahora andan sueltos en plena batalla sobre la tierra."

Verónica - Ahora Jesús eleva Su mano, muy alto sobre Su cabeza, y El ahora bendice, y hace la señal de la Trinidad, así, con Sus dedos.

El flota hacia atrás, hacia atrás, arriba del asta de la bandera, y El está de pie con Nuestra Señora.  Y Nuestra Señora ahora ve hacia la derecha, y San Miguel está ahora de pie allí. Nuestra Señora dice:

LOS DEMONIOS HAN TOMADO POSESIÓN DE MUCHOS

Nuestra Señora - "Miguel debe ser devuelto a la Casa de Mi Hijo. Los demonios deben ser arrojados de la Casa de Mi Hijo.  Ellos han tomado posesión de muchos para hacer la voluntad de Lucifer.

            “Continuad, hijos Míos, con vuestros actos de sacrificio y las oraciones de expiación.  Un día comprenderéis la necesidad de estos actos y los resultados reales para la conversión de los pecadores en vuestro mundo, hoy.  En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén." 

 

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sonia@nuestrasenoradelasrosas.org
 

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Revised: March 27, 2010