Nuestra Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres     

1 de Julio de 1973 - Víspera de la Fiesta de la Visitación de la Santísima Virgen María

                                                                                    

Verónica - De ambos lados del asta de la bandera, hay corrientes azules de luz - bellas, bellas corrientes azules de luz.  Ellas bajan.  Ellos - oh, son muy brillantes.  Ahora ellas se dirigen al lado de la estatua.

Oh, Nuestra Señora ahora ha llegado al lado derecho del asta de la bandera. Ella tiene puesta una bella túnica blanca, y está bordeada en oro.  Ahora Su manto blanco, sin embargo, está bordeado en oro, y con la luz del asta de la bandera, reflejo del azul, se ve casi azul alrededor de Su cabeza.  Oh-h-h.

Ahora a Ella se unen... descendiendo del cielo, lejos en la distancia, puedo ver tres figuras - no, cuatro.  San Miguel guía;  él lleva la balanza y una gran lanza.  Y con él vienen dos hombres.  Uno está vestido en una larga túnica marrón, y el otro - oh, él está vestido muy bellamente en púrpura y oro, y tiene puesta una corona.  Oh-h, es una corona muy grande, altamente arreglada en hileras.  Y ahora sé, ¡él es Pedro!... San Pedro.  Oh-h-h.  Oh-h-h. 

Ahora él sostiene delante de él un gran libro, y él señala al libro.

San Pedro - "Abre, hija Mía, y lee las páginas del Libro de la Vida."

Verónica - ¡Oh! Ahora el libro se vuelve muy grande.  Está suspendido en el aire;  está suspendido en el aire.  Y hay una tremenda luz ahora que baja sobre las páginas del libro.  Ahora las páginas se voltean;  hacia la izquierda se voltean las páginas.  Es como si el viento las soplara.

 Ahora la luz señala, y es como si estuviera enmarcado en una luz dorada, alrededor del libro.

Ahora San Pedro va hacia el lado izquierdo del asta de la bandera.  Oh, él señala hacia el libro, y dice:

San Pedro - "Las reglas del Libro de la Vida no han sido cumplidas.  El hombre ha escogido colocar sobre el mundo una regla de satanás.  El hombre re-escribe las palabras para satisfacer su propia naturaleza base y sus debilidades humanas.  El hombre debe depurarse con pruebas y penitencia para hacer expiación por las ofensas en contra de su Dios."

Verónica - Ahora de pie a su lado hay un hombre;  es un hombre de apariencia muy anciana.  Él tiene una barba larga, y hay un círculo brillante de luz alrededor de su cabeza.  Él sostiene una medalla en su mano.  Ohh- yo sé que es San Benito.  El dice:

San Benito - "No habéis seguido las reglas impuestas por vuestro Dios, ni las enseñanzas de los profetas de antaño.  Haréis un retorno completo de vuestras maneras de arrogancia dentro de la Casa de Dios.  Debéis retiraros de un mundo que ha sido entregado a satanás.  Debéis despojaros de todos los deseos mundanos de gananciales.  Debéis vivir una vida de sacrificio y de sencillez.  Sólo de esta manera regresaréis al camino que lleva al Reino."

Verónica - Ahora allá - el cielo se vuelve muy oscuro.  Y en esta oscuridad, muy a la distancia veo - veo una estrella que se quema.  Ahora da vueltas - la estrella - y emana llamas, fuego, chispas.  Gira muy rápidamente.  Oh, y atraviesa el cielo ahora hacia la derecha, y- detrás de ella hay una gran corriente de fuego.  ¡Oh-h! Hace mucho calor. Oh-h, y ahora el chorro de fuego envía hacia abajo rocas y humo.  (Verónica tose). Oh-h-h,  el humo está muy denso.  (Verónica tose).  Oh, ahora se pone muy, muy oscuro... muy oscuro.

Oh, voces - escucho voces que lloran. Parece haber confusión a través de todo el mundo.  Ahora lo único que puedo oír es el golpeteo de las aguas, y los gritos de las personas.  Oh-h-h.

Nuestra Señora sale de lo que parece ser una neblina densa, y Ella se inclina,  se ve muy triste, y Ella dice:

Nuestra Señora - "No habrá paz, no habrá salvación del alma, a menos que os salvéis vosotros mismos, y a todos aquellos a quienes amáis, en el Sagrado Corazón y Corazón misericordioso de Mi Hijo."  (Pausa).

LA BOLA QUE GIRA...

Verónica - Ahora veo esta gran bola de nuevo.  Atraviesa el cielo. Nuestra Señora está de pie.  Ella señala con Su mano hacia arriba, y ahora allí la bola rueda muy rápidamente.  Parece no tener dirección.  Atraviesa el cielo, y hacia arriba y hacia abajo y de regreso, como si se hubiera vuelto completamente loca.  Está girando en todas las direcciones.

Ahora veo una gran, gran roca que está siendo - que cae de la bola ahora, y va hacia adentro del agua.  Cuando pegue en el agua, el agua se elevará muy alto.  La roca pegó como si fuera una bomba.  Causó que las olas se elevaran muy, muy alto;  y puedo ver algunos barcos que son hundidos.  Esta roca se hunde en lo que parece ser un océano.  Y veo tres o cuatro barcos que son hundidos con ella.  Es como un remolino.  Oh-h.  (Pausa).

San Miguel se adelanta del lado derecho del asta de la bandera.  Todo alrededor del asta de la bandera y de San Miguel ahora, hay una bella luz azul.  Es muy, muy brillante.  Ilumina todo el cielo. Y hacia el lado izquierdo veo que muchos ángeles se reúnen.  Todos están de pie, pero se ven como si estuvieran listos para la batalla.  Oh-h-h.

Ahora Nuestra Señora se adelanta, y a Ella se une San Pedro y un hombre que parece ser - oh, está vestido en ropa marrón muy tosca, y tiene un capucho sobre su cabeza.  Y Nuestra Señora ahora se inclina, y Ella susurra:

Nuestra Señora - "Este, hija Mía, es Saúl... Saúl, a quien tú conoces como Pablo."

Verónica - ¡Oh! San Pablo.  Oh-h.  Ahora San Pablo se inclina y él dice:

San Pablo - "Hablo a todos los niños del mundo.  Se os han dado gracias y armadura para rescatar a vuestros hermanos y hermanas en esta batalla.  No desperdiciéis estas gracias, sino multiplicadlas.  Dispersad entre el mundo un buen ejemplo de caridad y de fe."

Verónica - Ahora San Pedro se adelanta, y se quita la gran corona de su cabeza.  Ahora él está allí, de pie. Su cabello es bastante largo.  Y ahora él coloca su capa, que estaba detrás de él, alrededor de su cabeza.  Y él dice:

San Pedro - "Todos aquellos quienes no arrojéis a un lado las advertencias dadas en todo vuestro mundo por la Reina del Cielo, seréis salvados.  La batalla que se libra en todo vuestro mundo es una terrible batalla, hijos míos;  una en la que satanás se ha propuesto, junto con sus ejércitos, recoger a todos los destinados al Reino del Padre.

“Ahora estáis luchando contra el mundo no visible a vuestros ojos humanos;  por lo tanto, dependeréis mucho de los secretos escondidos del Cielo para  que os guíen.  No estéis sin vuestra armadura, encontrada en los sacramentales que se os han dado a través de las épocas.  No arrojéis a un lado las amonestaciones de aquellos quienes que vinieron antes que vosotros, aquellos a quienes el Padre les dio las reglas, aquellos quienes fueron escogidos para edificar la Iglesia de Dios.

“Ahora satanás camina entre vosotros;  él trae a muchos agentes para colocar confusión y engaño en todo el mundo.  Esta confusión no sólo está en vuestra vida laica, sino que se encuentra en la Casa de Dios.  Solamente por medio de la oración, penitencia - penitencia dura - y sacrificio, podéis restaurar la Casa de Dios y el mundo al bien.

“Nosotros encontramos, nosotros vemos al mundo sumergido en tinieblas profundas - las tinieblas del espíritu.  Vemos en las casas de Dios y encontramos oscuridad de espíritu.  ¡Ay del hombre malo quien recibe estas advertencias y las arroja a un lado!  Se le han dado muchas oportunidades de hacer expiación por sus ofensas en contra de su Dios.

PARA REGRESAROS A VUESTROS SENTIDOS

            "Yo, Pedro, estoy ante vosotros como un epítome del Cielo, uno quien ha sido enviado por el Padre para regresaros a vuestros sentidos antes que la mano pesada del Padre depure vuestro mundo."

Verónica - Ahora San Miguel viene hacia adelante.  Él está de pie al lado de San Pedro.  San Pablo - San Pablo - también viene hacia adelante.  Y ahora San Pablo también - él alcanza y toma un libro de San Pedro.

San Pablo - "¿Qué habéis hecho con mis escrituras?  ¿Por qué han sido cambiadas para complacer al hombre y a su naturaleza carnal?"  (Pausa).

Verónica - Ahora San Pedro viene hacia adelante y dice:

San Pedro - "Hijos Míos, ¿por qué habéis hecho estos cambios?  ¿No sabéis que  has abierto la puerta para la entrada de los espíritus malignos sobre vosotros?  Todo el infierno, el abismo está abierto ahora.  La batalla se libra sobre la tierra.

“A todos se os habrá dado la opción para vuestra salvación o condenación.  Cuando caigáis, lo habréis hecho de vuestra libre voluntad, prefiriendo los placeres temporales de la tierra a la felicidad eterna del Cielo.  ¡Oh-h, mi pobre rebaño extraviado! ¿Qué será de vosotros?  ¡Despertad! Rezad mucho, y mirad el plan de satanás."

Verónica - Ahora San Pedro eleva su mano arriba de su cabeza, muy alto, y él dice:

San Pedro - "Os bendigo a todos, hijos míos. En el poder del Padre, os envío la gracia para salvaros a vosotros mismos y a aquellos a quienes amáis en los días destructivos, oscuros, que os esperan en vuestra tierra."

Verónica - Ahora él va por encima de su cabeza, y él hace la señal de la cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.  Ahora San Pedro extiende su mano, y él regresa por nuestro lado izquierdo del asta de la bandera, su lado derecho, y hace la señal de la cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

San Pedro es seguido por San Pablo, quien carga este gran libro, la Biblia, detrás de él.  Y luego San Pedro también - él vuelve a colocar la gran corona, la tiara, sobre su cabeza - sobre su cabeza.

Y ahora los ángeles descienden.  Oh-h, hay mucho, muchos de ellos que descienden del cielo.  Ellos siguen a San Pedro.  ¡Oh, son simplemente bellos!  Oh, ahora llevan un estandarte.  Oh-h, son como niños.

Pero el gran estandarte que llevan es bello.  Es en blanco y oro y azul, y ahora hay letras.  Son muy pequeñas, pero las puedo leer:  "SIEMPRE FIELES Y VERDADEROS".  Oh, y ahora hay llaves doradas cruzadas sobre el estandarte.

Oh-h-h, y ahora San Miguel está de pie.  Él tiene una mano sobre el estandarte, y la otra - él sostiene la balanza extendida muy enfrente de él.  Y ahora él habla.  Es muy brillante;  la luz alrededor de San Miguel es muy brillante.  Y ahora él dice:

San Miguel - "Escucha bien, hija mía, para que no pierdas una parte muy importante del mensaje."

Verónica - Ahora él señala hacia el cielo, y escrita en el cielo está la palabra "ADVERTENCIA":  A-D-V-E-R-T-E-N-C-I-A.  Ahora él, -San Miguel hace así, y las letras desaparecen. Ahora él escribe con su dedo:   P-R-O-N-T-O.  Ahora él toma su mano y señala, y las letras ahora simplemente desaparecen, se evaporan.  Oh-h-h.

Ahora Nuestra Señora se adelanta.  Ella tiene ahora puesto - Su manto se ve un azul profundo;  es muy bello.  Ahora hay una gran cantidad de luz.  El cielo se pone muy brillante.  Todas las nubes negras parecen enrollarse hacia atrás. Ahora Nuestra Señora viene hacia adelante y Ella sonríe.  Y Ella dice:

LLAMAD A VUESTROS (ÁNGELES) GUARDIANES

Nuestra Señora -  "Hija Mía, no estés demasiado preocupada por el mensaje.  Se te enviarán muchos brazos, mucha ayuda, y el trabajo del Padre quedará completado.  Tu Misión sobre la tierra será una en la que llevarás una cruz pesada.  Siendo humana, Nosotros, hija Mía, contamos con que sucumbas a muchos sentimientos humanos.  Sin embargo, siempre te elevarás sobre esto con el conocimiento que Tusazeri está siempre a tu lado.  En tu día ocupado, no te olvides de llamar a tus guardianes.  Hemos enviado a muchos sobre la tierra para que ayuden a Nuestros trabajadores.

“Hija Mía, escuchamos el llanto de muchas madres;  escuchamos el llanto de padres de familia que penan.  Nuestros Corazones están desgarrados por tantas abominaciones sobre la tierra.  Rezad mucho; haced muchos sacrificios. Vuestro ejemplo será instrumental para que regresen Nuestros hijos a su gracia.

“Todos los padres de familia debéis dar un fuerte ejemplo de fe en el hogar.  Vuestros hijos están siendo sujetos a mucho error y a mucha destrucción de almas fuera de vuestro hogar.  Deben traérseles disciplina y verdad a los niños.  La mayor de las responsabilidades por estos niños caerá sobre los padres de familia.  Guardad bien sus almas.  (Pausa).

“El tiempo se acorta, hija Mía.  ¡Apresúrate!  ¡Grita desde los tejados!  La advertencia del Cielo debe ir por todo el mundo.  El tiempo se acorta."

Verónica - Nuestra Señora viene hacia adelante.  Y ahora Ella se inclina, muy tristemente.  Ella dice:

Nuestra Señora - "Hija Mía, debemos actuar con gran prisa.  Debes advertir a tu Vicario: él no debe salir de Roma.  La silla de Pedro no debe quedar vacía, porque el de los secretos oscuros entrará.  Hay un plan para remover a tu Vicario.  No debe salir de Roma... Demonio cuarto, demonio cinco entrarán en Roma.  Observa y reza mucho."

(Pausa).

Verónica - Veo ahora dos figuras.  Oh-h, ellas son de apariencia horrible.  Se ven como medio animal, medio humano.  Oh-h,  ellas ahora están paradas del lado derecho del asta de la bandera.  Ahora señalan al espacio.  Y veo San Pedro, la Catedral.  Y yo - ellos van lentamente hacia San Pedro.  Ahora ellos están parados, los dos, justo en ese círculo - la plaza que está enfrente de San Pedro.

Y ahora uno de ellos ha alcanzado por encima de su cabeza, y ha asido en el aire, y sostiene una llave, una llave dorada.  Pero ahora la llave se torna, de dorada, se pone negra - negra, y más negra.  Oh-h-h. Ahora él toma la llave y él la tira al suelo, y el se para sobre ella y salta sobre ella.  ¡Oh, él es una cosa de apariencia miserable! ¡El salta sobre la llave!  Oh-h-h.

Ahora la otra criatura detrás de él - sé que es un demonio - ha recogido esta llave de apariencia negra, y va hacia la Basílica allí - el exterior de la iglesia, el exterior;  y él está allí parado, y ve hacia arriba muy ufanamente;  y él toca la parte superior de lo que parece ser su cabeza;  pero es- oh, como una cosa de apariencia horrible con puntas - orejas, creo yo.  Y él se ve casi como un duende.  Y él toca su cabeza.

Ahora él extiende su mano y tiene en su mano una tiara.  Sé que parece - pero... no es tan brillante y clara - como la que tiene puesta San Pedro, pero es - es una tiara.  Y ahora él la coloca sobre su cabeza. ¡Oh, que terrible!  ¡Qué terrible!

San Miguel viene y tiene una lanza muy, muy grande en su mano - una lanza muy grande.  Y ahora él tiene este arco, y tira algo.  Y el sombrero ha sido quitado de la cabeza de este demonio... la tierra, creo.  No me gusta llamarla ni  siquiera tiara;  no es tan clara ni brillante como la que tenía San Pedro puesta.  Se ve hecha como de - como de papel maché, o cartón, o algo.  No se ve real.  Y ha sido botada.

Y ahora se pone muy oscuro, y no puedo ver más a esos dos demonios.  Oh-h.  Y ahora se pone claro por el asta de la bandera, y veo ahora las letras en el cielo.  Son "PENITENCIA": P-E-N-I-T-E-N-C-I-A. "PENITENCIA": P-E-N-I-T-E-N-C-I-A. Y ahora dice: A-H-O-R-D.  No, "AHORA": A-H-O-R-A.  Pero la "D" se cae debajo, y dice "D CINCO"..."D CINCO"... "DEMONIO CINCO"  PENITENCIA AHORA.  DEMONIO CINCO".  Y debajo dice "LLEGANDO":  "PENITENCIA AHORA.  DEMONIO CINCO LLEGANDO".  (Pausa).

Nuestra Señora se adelanta. Ella es muy linda.  Ahora veo que Su manto le cae por detrás de Sus hombros y... muy brillante.  Es la primera vez que veo el cabello de Nuestra Señora.  Puedo ver Su cabello;  es un - oh, un marrón claro, casi como rubio... por la luz.  No lo puedo distinguir bien;  la luz está muy brillante.  Y Nuestra Señora sonríe.  Y ahora Ella se inclina, y Nuestra Señora dice:

Nuestra Señora - "Siempre estaré aquí, hijos Míos, aún hasta la batalla final.  Entonces Nosotros nos uniremos gloriosamente con el establecimiento del Reino."

Verónica - Ahora Nuestra Señora extiende Sus manos, así, enfrente de Ella, y dice:

Nuestra Señora - "Venid a Mí, todos vosotros quienes tienen tristeza, porque Yo os secaré vuestras lágrimas.  Vengo a vosotros con gracias en abundancia, sólo para que las pidáis.  Estas gracias os darán la fortaleza en los días oscuros venideros.  Ponemos sobre estos terrenos sagrados (y ahora Nuestra Señora señala - señala con Su mano) el poder para la conversión de vuestros hijos que erran, y el poder de curación a través de la gracia del Padre.  Venid a Mí, y encontraréis consuelo.

“Mi Hijo pronto bendecirá los sacramentales.  Muchos de estos sacramentales serán instrumental para la conversión y la cura de las almas: cura del cuerpo y cura del espíritu, conversión de almas y de espíritus."  (Pausa).

Verónica - ¡Oh-h-h! Ahora del lado derecho, Santa Teresita desciende.  Oh-h-h,  oh-h-h.  Y ella está con Santa Catarina y sus tres hermanas.  Oh-h-h, y Santa Teresita ahora está - oh, debe haber mucho viento porque sus faldas ondean.  Y las de Santa Catarina también, pero ella sostiene su sombrero.  El sombrero parece como si fuera a salir volando.  ¡Oh-h-h! No - oh, ahora ella lo ha colocado sobre su cabeza.  Oh, Santa Catarina casi pierde su sombrero.  Oh, ahora ella se adelanta y queda de pie al lado de Santa Teresita.  Y ahora ellas - ellas ven hacia abajo a sus... ¿zapatos? Oh, no.  Nuestra Señora también viene y Ella ve hacia abajo ahora, a las faldas.  Oh, ahora Santa Teresita habla muy suavemente;  casi no la puedo escuchar.

LOS NUEVOS HÁBITOS

Santa Teresita - "Verónica, veo muchos de esos nuevos -  no los llamo vestimentas - ¡creaciones de satanás!  ¿Por qué no los han bajado?"

Verónica -  Oh-h-h.  Oh, Santa Teresita simplemente mueve su cabeza muy tristemente, y ella ve hacia los conventos.  Y ahora sus hermanas también asiente con sus cabezas:  "Sí, sí"  Ahora Santa Teresita dice:

Santa Teresita - "Su fin será una destrucción terrible.  ¡Oh, piedad por estas pobres almas!  Ellas han endurecido sus corazones;  ellas han cerrados sus oídos.

“El Padre planea un gran Castigo para el mundo.  Nuestras oraciones de súplica se elevan al Cielo para obtener más tiempo.  Todas las fuerzas del cielo trabajan con vosotros sobre la tierra para salvaros del abismo."

Verónica -  Oh-h-h.

Santa Teresita - "El tiempo es esencial.  Debes enviar la advertencia del Cielo a través del mundo.  Muchas almas caerán al infierno.  Muchas caerán porque ellas no tienen a nadie quien se preocupe por ellas."

Verónica - Oh, ahora San Pablo viene hacia adelante, y él está de pie al lado de Santa Teresita.

San Pablo - "Sí, hijos míos, no habéis aprendido el valor de la oración. Os entretenéis entre los placeres mundanos.  El hombre ha vuelto lentamente al estado de animal.  Sus deseos no son de Dios.  Sus pasiones son de satanás.  Y su relativa..."

Verónica -  Oh-h-h... oh-h-h... oh-h-h... oh-h-h.  Ahora yo - ¡oh! San Pablo dice que muchos de estas abominaciones que son destructivas para las almas humanas - estas lecciones son enseñadas por el mal ejemplo -  el mal ejemplo de las maestras.  (Pausa)

Oh, ahora - oh, Santa Teresita y San Pablo van hacia el lado izquierdo del asta de la bandera.  Ahora veo un gran edificio.  Parece como un gimnasio.  ¡Oh!  Veo a monjas quitándose sus hábitos, y ellas tienen - oh, ¡leotardos (mallas)!  ¡Oh!  Ahora ellas están paradas, y ellas - ellas - se ven como si estuvieran bailando, pero se ve un tanto ridículo.  Una todavía tiene puesto su hábito, pero es tan corto que se ve casi como mini-falda.  Y ahora San Pablo ha cruzado sus manos, así, y él observa, y mueve su cabeza en desaprobación.

Y ahora Santa Teresita se ha volteado, y ella les hace señas a sus hermanas.  Y, oh, y Santa Catarina también sigue.  Además, otro grupo de monjas se ha puesto detrás de Santa Catarina, y ellas también van hacia el convento.  Creo que es un convento, pero es como un salón que ha sido entregado a... ¡oh!  Dice, "Danza creativa: La Liturgia en Movimiento".  ¡Oh!  Oh-h-h. Oh-h-h.  "Comprendiendo al Hombre"  Oh-h-h.  Todas estas letras aparecen en el aire;  están suspendidas en el aire a medida que estas monjas bailan.

Ahora hay una monja, ella todavía está - ella es un poco mayor, pero ella toca el piano muy gozosamente.  Y San Pablo ahora - él sale y les hace señas a las monjas, Santa Teresita y Santa Catarina.  Y el ahora toma su mano - él está muy enojado - ¡y él somata la puerta! ¡Él somató la puerta!

San Pablo - "¡Abajo con estas abominaciones¡  ¡Condenación sobre ellas! ¡El Padre buscará una justificación para vuestra destrucción!  Vuestro ejemplo ha puesto a otros en el camino al infierno.  No os libraréis de la destrucción."

Verónica - Ahora Nuestra Señora se aparece, y Santa Teresita y Santa Catarina y las otras monjas van hacia atrás, por el árbol.  Ellas desaparecen.  Y Nuestra Señora se adelanta, y Ella se ve muy triste.  Ella extiende Su mano.  Ella tiene este gran Rosario:  las cuentas son muy blancas, pero los Padrenuestros son muy dorados.  Oh, está muy, muy brillante. Y Nuestra Señora dice:

VUESTROS DÍAS ESTÁN CONTADOS

Nuestra Señora - "Mis cuentas de oración, vuestros actos de penitencia y de expiación.  Debéis ahora abrir vuestros corazones a la verdad.  Vuestros días están contados.  La penitencia planeada por el Padre es pesada.  La Bola ya ha sido puesta en su camino.  Rezad una constante vigilia de oración."

Verónica - Ahora veo un reloj.  Es un reloj muy grande.  Oh, aparece a través de todo el cielo.  Y ahora a lo largo del reloj, la cara del reloj, como una especie de metrónomo, hay una especie de varilla, una caña o algo.  Se ve como un palo, y va de un lado para el otro.  Está haciendo como tictac.  Como si - suena casi como el tictac de - no lo sé, como una bomba o algo.  No lo sé.  Hace tictac: tic, tac, tic, tac, tic, tac.

Y ahora arriba de él veo una gran luz.  Parece emanar de los árboles, y  pega en el águila del asta de la bandera.  Y en la luz - en la luz, hay una espada, una espada muy grande en el cielo. Oh-h.  Y al lado de la espada hay un reloj de arena.  El reloj de arena cubre todo el cielo.  Oh, pero el reloj de arena parece como que está lleno de sangre.  ¡Oh-h!  No arena, sino sangre.  Y gotea dentro del reloj de arena... lentamente, gota por gota. Y ahora arriba del reloj de arena, aparece un gran cáliz, un cáliz dorado.

Y ahora San Miguel ha venido aquí, y él ha colocado la espada arriba del cáliz.  Ahora la espada gotea sangre.  Gotea del cáliz hacia el reloj de arena -  de la espada al cáliz y dentro del reloj de arena.  La espada, el cáliz, el reloj de arena... oh-h-h.

Ahora se pone muy, muy oscuro.  Ahora no puedo ver a San Miguel ni a ninguna otra cosa, pero Nuestra Señora viene, y Ella dice:

Nuestra Señora - "Os he dado vuestra armadura.  Os he hecho saber lo que os espera en los días venideros.  Preparados ahora.  Habéis sido advertidos."

Verónica - Nuestra Señora ahora se ha inclinado, y Ella besa el crucifijo.  ¡Oh!  - ¡el mío también!  Oh.  Y Nuestra Señora ahora extiende Su cruz, así, y Ella bendice a todos, así.  Y Nuestra Señora va ahora del lado izquierdo del asta de la bandera - nuestro lado derecho, Su lado izquierdo - y Ella eleva muy en alto Su Rosario.  Es un bello Rosario.  Y Ella bendice a todos, así.  Oh, ahora Ella va por los árboles, y Ella eleva Su Rosario, así,  Nuestra Señora es lo que hace.  Y Ella ahora hace así, sobre las personas.  Ahora Nuestra Señora va hacia el lado izquierdo del asta de la bandera.  (Pausa).

Ahora, por favor, todos hínquense, porque Nuestra Señora dice que Jesús vendrá a bendecir los sacramentales.

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.  Amén.  Ahora un firme Acto de Contrición, solicitado por Nuestra Señora en este momento, y todos aquellos quienes se hincarán ahora...

¡Oh-h-h... oh-h-h! Oh. Jesús ahora desciende.  ¡Oh, oh!  Está tan brillante.  ¡Oh!  Él está, oh, Él está vestido en Su bella capa roja.  Y es - ¡oh, es bella!  Oh, Él sonríe  Ahora la capa - Él tiene debajo de Su - oh, una túnica color crema.  Y Jesús tiene puestas estas sandalias;  son color marrón con cuero marrón.  Y Él sonríe.  ahora Jesús pasa Su capa hacia Su mano izquierda. Él viene ahora hacia aquí, y se inclina, y dice:

Jesús - "Repite, hija Mía, lo que voy a decir.

            "Os bendigo a todos, como el Padre bendice a todos vosotros, y Nosotros otorgamos entre vosotros los poderes del Espíritu Santo."

Verónica - "Ahora Jesús eleva Su mano arriba de Su cabeza, y Él tiene Sus manos, así.  Ahora Él bendice en la señal de la Trinidad: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.  Ahora Él viene hacia adelante, y Jesús ve hacia este lado.  El se inclina.  Ahora Él ha regresado, y Nuestra Señora viene detrás de Él.  Y El ve hacia abajo, de este lado.  Y Jesús viene, y Él dice:

Jesús - "Todos recibiréis la bendición del Padre. Cualquier sacramental será vuestra armadura en los días oscuros que se avecinan.  Todos los objetos de Dios - tarjetas, cuentas de oración, y todos de naturaleza sagrada - recibirán la bendición del Padre.  Ellos os cuidarán en muchas pruebas de los días venideros."

Verónica - Ahora Jesús viene hacia aquí.  El flota hacia aquí - El no camina, El flota.  Y El ahora está de pie del lado izquierdo del asta de la bandera.  Y Él eleva Su mano en alto arriba de Su cabeza, así, y Él dice:

Jesús - "Os bendigo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo."

Verónica - Ahora Jesús tiene Sus dos - Sus tres dedos juntos, y Él viene hacia aquí.  Ahora Él está de pie al lado izquierdo del asta de la bandera,  y Él eleva Su mano en alto, y también da la bendición, y El ve hacia abajo:  En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Nuestra Señora extiende Su Rosario muy enfrente de Ella. Jesús ahora ve hacia abajo sobre las personas de este lado.  Él viene hacia adelante.  Jesús está ahora justamente arriba de las hojas de ese árbol.  Y El ve hacia aquí y le hace una seña a Nuestra Señora.  Y Nuestra Señora sostiene el gran crucifijo de Su Rosario hacia afuera, así.

Jesús ve hacia adelante, y El se inclina hacia este lado.  Él está de pie, y ahora une sus dedos así. Y Él bendice en la señal de la Trinidad: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Ahora Jesús viene, y Nuestra Señora se adelanta.  Nuestra Señora se ve bastante más baja que Jesús.  Puede ser por la manera en que Ella está hacia adelante, pero Le llega aproximadamente un poco debajo de Su hombro.  Y Ella dice:

Nuestra Señora - " Ahora continuaréis con las oraciones tan urgentemente necesitadas en estos días.  En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.  Amén."

Verónica - Oh, Jesús ha elevado Su mano, y Nuestra Señora ve hacia allí.  Y ahora Jesús apunta Su mano hacia el cielo.  Y ahora allá, del lado izquierdo por el - oh, por el asta de la bandera... Jesús dice:

Jesús - "Cuidad y guiad vuestras vidas por estas palabras."

Verónica - "ADVERTENCIA":  A-D-V-E-R-T-E-N-C-I-A.  "PREPARAOS AHORA.  DEPURAD VUESTRAS ALMAS DE TODO PECADO, MORTAL Y VENIAL."  Y luego veo todas las palabras que simplemente se van flotando, como si estuvieran hechas de humo.  Y ahora está una gran palabra "AHORA":  A-H-O-R-A.  Y es - y Jesús ahora toma Su mano y Él hace así, y subraya la palabra "AHORA", así.  Ha puesto una línea entera sobre la palabra "AHORA".  Ahora todo empieza a evaporarse.

Nuestra Señora dice que continuaremos con las oraciones de expiación.  En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.  Amén.

 

 

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Revised: March 27, 2010