Nuestra Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres     

7 de Diciembre de 1973 - Víspera de la Fiesta de la Inmaculada Concepción

                                                                                                             

Verónica - Nuestra Señora ahora viene hacia adelante.  Ella está de pie arriba de la luna.  Pero ahora Ella se adelanta.  ¡Oh!  Ella es muy bella.  Nuestra Señora tiene puesto un manto azul, y está forrado en un material oro profundo que aparenta ser de satín.  ¡Oh, es bello!

Y Nuestra Señora tiene en Sus pies unas sandalias, unas sandalias doradas.  Y en el centro de cada una, es una sandalia de tipo como de tiras cruzadas, hecha de oro.  Pero en el centro hay una rosa dorada, una bella rosa dorada en cada pie.

Nuestra Señora viene hacia aquí, y Ella tiene sobre Su cabeza un tocado de lo más bello - una corona.  Está hecha toda de oro.  Oh, y tiene piedras brillantes, como estrellas, incrustadas en la corona.  Ellas son bellas: verdes y azules y una rosada.  Y todos los colores se mezclan ahora.  Hay una gran luz alrededor de la cabeza de Nuestra Señora.

 Nuestra Señora viene hacia adelante, y detrás de Ella está San Miguel.  ¡Oh!  Él es tan - ¡él es tremendo!  San Miguel es muy grande.  Oh, Nuestra Señora se ve tan pequeña al lado de San Miguel.  ¡Oh!  Ahora Nuestra Señora se inclina, y Ella dice, muy suavemente:

Nuestra Señora - "Hija Mía, Verónica, no te defenderás.  Has recibido un buen consejo esta noche.  Acepta tu cruz sin quejarte.  Sabemos los límites de tu naturaleza humana, pero ten seguridad que se te darán las gracias necesarias para llevar a cabo tu Misión."  (Pausa)  ¡Oh!

Verónica - ¡Oh.

Nuestra Señora -  "Será colocada sobre el mundo una cruz muy pesada.  Vuestro país no se escapará de un castigo ya largamente ganado.  El Padre no es duro de corazón.  Él es muy misericordioso y ha sufrido durante largo tiempo.  Sin embargo, será la purificación para muchos.

“He estado muy entristecida, hija Mía, con la recepción que han tenido Mis advertencias en muchos.  Ellos han cerrado sus oídos y sus corazones a Mis ruegos.  Cuán triste será su despertar.  El Padre tiene Su mano en posición para enviaros una justa Advertencia y un justo Castigo.  Y todos los que habéis permanecido de buen espíritu no tendrán de qué temer.  Ellos pasarán por esta Advertencia y este Castigo sin mayores incidentes."

Verónica - ¡Oh!  ¡Oh!  ¡Oh!  Yo, yo puedo ver - es una gran bola de fuego.  ¡Oh!  Es muy grande y gira - está - está - está girando a una gran velocidad.  Y tira pedazos de metal o de piedra.  Y va a través del cielo.  Parece - parece como que viaja muy rápidamente, pero todavía está a cierta distancia.  Está a bastante distancia, pero la puedo ver.  Ahora cambia de color blanco a anaranjado.  Ahora está - parece que desarrolla una cola muy grande de apariencia gaseosa.  Oh.

Ahora veo un dedo.  Es como parte de una mano, y escribe en el cielo: "Final," F-I-N-A-L,  "Advertencia".  ¡Uh, uh!  ¡Oh-h-h!  Ahora San Miguel viene hacia adelante.  Él tiene en su mano una gran balanza de aspecto dorado - una balanza - creo que es una balanza.  Y está inclinada muy pesadamente hacia su izquierda.  Y ahora San Miguel - su voz está muy recia - duelen mis oídos - retumba.  El dice:

UN GRAN CATACLISMO

San Miguel - "Escudad y atended bien la advertencia de la Reina del Cielo.  Habéis escogido cerrar vuestros oídos a estas advertencias.  Vendrá sobre la tierra un gran cataclismo en los cielos.  De esta manera seréis forzados a reconocer a vuestro Dios.  El hombre ha ofendido durante demasiado tiempo al Creador.  Haced ahora expiación, porque vuestro tiempo se acorta."

GUERRA

Verónica - Ahora San Miguel señala hacia el lado derecho, pasado el asta de la bandera.  El cielo se pone muy rojo, de una apariencia muy anaranjada.  Y veo - estoy viendo hacia - es como ver a otra parte del mundo.  Sí, veo que muchas personas mueren.  Veo, oh, una lucha terrible, y también la lucha- las personas marchan, de la izquierda hacia el país.  Ellos tienen piel amarilla;  ellos son de una raza amarilla.  Y ahora también del sur veo a personas de piel oscura, y veo la palabra "África" A-F-R-I-C-A. "China y Rusia del norte".  Y ahora San Miguel viene hacia adelante y él dice:

San Miguel - "Rezad para que no perdáis a vuestra juventud en esta batalla."

Verónica - Nuestra Señora ahora viene hacia adelante.  Ella se ve muy triste.

Nuestra Señora - "Hija Mía, Mi Corazón está apesadumbrado.  He pasado muchos años terrenales, y viniendo a muchos lugares, como Mediadora entre vosotros y el Padre.  Y estaré con vosotros en vuestras pruebas.  Mantened en el corazón que el hombre no debe colocarse por encima del Padre, que el espíritu no puede ser removido a menos que lo queráis por voluntad propia.  Por lo tanto, siempre estaréis con el Padre a través del espíritu.

“Debes reconocer a las fuerzas del mal que rodean a un santuario de pureza.  Ellos tratarán de detenerte con toda astucia y engaño. Reza por la Luz;  los arcángeles desean protegerte."

Verónica -... escrita en el cielo hay una gran "W".  "W" significa advertencia.  ¡A!  Oh, ah. (Pausa).  Oh.  (Pausa).

            Verónica recita el acto de Contrición.

Nuestra Señora - "Hija Mía, la ciencia se ha colocado por encima del Creador.  Los científicos no pueden saber ni ser entendidos en las maneras del Padre.  Ellos no saben como diferenciar entre el alma y el cuerpo humano.  (Pausa).

“Mantendrás una vigilia constante de oración en tu país y a través del mundo.  Sólo de esta manera disminuirá el Padre la extensión de la Advertencia venidera sobre tu ciudad, tu país y el mundo."  (Pausa).

SAN FRANCISCO

Verónica - Ahora reuniéndose con Nuestra Señora hay un hombre.  Él está vestido con una larga túnica marrón, y el carga un libro en el derecho, su brazo derecho, y él tiene como una vara larga en su mano izquierda.  Y posado sobre su hombro está un pájaro blanco, un bello pájaro blanco.  ¡Oh!  Sé que es San Francisco.

Ahora la luz es derramada -  hay chorros de luz que vienen de su cabeza.  El inclina su cabeza, pero el no tiene cabello en la parte superior de su cabeza.  Y ahora él sonríe.  El tiene una corta pequeña barba, y él sonríe.  Y él dice:

San Francisco - "El hombre debe aprender y regresar y volver a aprender las leyes de sacrificio y de pobreza.  El hombre y aquellos dentro de la Casa de Dios se han entregado a los placeres de la carne.  El Padre exige una auto-negación.  Debes ahora restringir a vuestros cuerpos de los demonios que habéis permitido que entren en vosotros.  Oración, penitencia y sacrificio son los clamores de aquellos del Cielo para vuestra salvación y para aminorar la Advertencia y el Castigo planeado por el Padre para vuestra purificación."

Verónica - Ahora hay otro hombre que desciende detrás de él.  Él está vestido muy bellamente en una capa púrpura, y está ribeteada en oro;  y él tiene una corona muy grande sobre su cabeza.  Se ve como la corona que el Papa Pablo usa.  Oh, es San Pedro.

SAN PEDRO

San Pedro - "No debo relajarme en el objetivo que me fuese dado por el Padre para haceros saber que los hombres en la Casa de Dios se han entregado al error.  No cambiaréis las palabras del Libro de la Vida para satisfacer los deseos básicos del hombre. Estas acciones no son del espíritu de divinidad, sino del espíritu de la oscuridad.  Estas acciones son fomentadas por el príncipe de las tinieblas."

Verónica - Ahora San Pedro eleva su mano, y él tiene un ornamentado Bellamente - es como un cetro, pero tiene una cruz en él.  Y él bendice a todos con esta cruz-cetro, así: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.  Oh. El Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Ahora San Pedro ha extendido sus manos, y dice:

San Pedro - "Continuad con vuestras oraciones de expiación."  (Pausa).

Nuestra Señora - "Hija Mía, debes llevar a cabo con prontitud y propósito el Mensaje del Cielo.  No estás en tiempos normales;  no estás entre el espíritu normal de bondad.  Estás ahora en medio del espíritu de la oscuridad.  Por lo tanto, debes rezar una constante vigilia de oración, y debes tener cuidado de los rostros del mal.  Las fuerzas del mal se han reunido para detener el buen trabajo. Sin embargo, ningún hombre se colocará por encima del Padre.

“¿Temor, hija Mía?  Qué tienes que temer sino la pérdida del Reino.  El temor es fomentado por Lucifer. No temerás a hombre alguno, sino rezarás por ellos.  Sé humilde de corazón y reza que ellos, también, puedan recibir la Luz.

“Hay muchos quienes llevan, hija Mía, cruces pesadas.  Muchas de estas cruces les serán quitadas, pero Nosotros pedimos a otros que las carguen con perseverancia y propósito.  Porque es vuestro sacrificio que será el instrumental en la recuperación de muchas almas.  Conoced el valor del sufrimiento."

Verónica - Ahora veo - ¡oh!  Nuestra Señora señala hacia allá, y hay muchas monjas que descienden.  Yo las reconozco como monjas.  Ahora las cuatro que están enfrente están vestidas en faldas largas y negras, y ellas tienen puestos zapatos negros - puedo ver sus zapatos negros brillantes.  Y reconozco a Santa Teresita. (Pausa).

Oh, ahora hace mucho viento, y Santa Teresita viene hacia adelante con otras tres monjas.  Y ellas están de pie ahora del lado izquierdo del asta de la bandera.  Y Santa Teresita - ella empieza a susurrar;  ella habla muy quedo.

SANTA TERESITA A LAS MONJAS

Santa Teresita - "Verónica, ellas no han bajado el ruedo de sus faldas.  Esto ofende grandemente al Padre.  Sus corazones están endurecidos a la verdad.  ¡Modestia y castidad!  Ellas han perdido su camino.  Ellas van en una oscuridad profunda.

“¡Oh, mis pobres hermanas!  ¿Por qué habéis tomado este camino absurdo?  Os habéis reunido con, y unido con el mundo.  Pero el mundo ha sido entregado ahora a satanás.  Regresad, porque no entraréis al Reino si seguís por el actual camino.  Debéis regresar la modestia a mis conventos.  ¡Sacrificio!  No debéis atiborraros con los placeres del mundo.  Hermanas mías, ¿qué le ha pasado al ayuno negro?"  (Pausa).

Verónica - Ahora veo dentro de una gran habitación.  No está decorada muy bien, pero puedo ver a monjas que están sentadas a la mesa.  Debe ser un convento.  Es una mesa larga.  Pero creo que son monjas por el velo, pero tienen puestos vestidos comunes.

Algunas tienen vestidos grises, vestidos de un gris profundo con mangas cortas.  Y puedo ver sus medias y sus zapatos.  Sus zapatos se ven como oxfords, pero son, se ven muy modernos.  Pero ahora Santa Teresita señala hacia allá, y ella mueve su dedo, así.  Y ahora Santa Teresita dice:

Santa Teresita - "Hermanas mías, ofendéis al Padre y traéis un gran castigo sobre vosotras.  Vuestro ejemplo ha sido muy pobre.  Los niños están siendo mal guiados por vuestras acciones. Ya no os dan el honor y el respeto debidos.  Pero esto lo habéis fomentado por vuestra propia voluntad.  Habéis preferido seguir las maneras del mundo. Debéis regresar ahora a la ley o no podréis entrar al Reino.

“Os he prometido estar con vosotras.  Mi tiempo en el Reino no ha sido fácil, porque veo sobre un mundo que está en oscuridad.  He prometido pasar mi tiempo en el Reino ayudándoos a encontrar vuestro camino hacia aquí.  No descansaré hasta que el mundo haya sido devuelto al Padre.

“Las imágenes han sido removidas de mis conventos.  Estoy muy triste.  Los niños me han olvidado;  los niños lo olvidarán todo.  Las imágenes, estatuas, deben regresarse a las casas de Dios y a los hogares."

Verónica - Ahora se pone muy, muy oscuro.  Ahora veo un globo muy grande;  parece ser el mundo.  Y ahora el mundo, está todo oscuro;  y parece que hay candelas, pequeños destellos de luz, y sólo uno, dos, tres - el número es tan poco.  Y ahora a medida que veo, las candelas se apagan, hasta que parece que hay solamente, quizá, una - siete, ocho - catorce candelas encendidas.  Quedan catorce candelas.  Ahora Nuestra se adelanta, y dice:

Nuestra Señora - "Sí, hija Mía, sólo queda catorce candelas."  (Pausa).

Verónica - Ahora Nuestra Señora retrocede.  Ella parece - Ella flota - se desliza hacia atrás.  Y ahora Ella va hacia allá y está de pie, a un lado, con San Miguel, y hay muchos ángeles.  Sé que son ángeles.

No puedo ver sus rostros.  Pero varían en tamaño.  Pero San Miguel, claro está, es muy grande.  Y detrás de él está esta gran figura;  sé que es San Rafael.  Y luego detrás de él están de pie aproximadamente - uno, dos.  Son como gradas - como ocho gradas, en forma de ángeles.  Grupos de ángeles en las gradas que suben.  Ahora Nuestra Señora sonríe, y Ella dice:

Nuestra Señora - "Sí tenemos un Reino completo, hija Mía.

Verónica - Es simplemente bello.  En las primeras gradas veo a estas muy pequeñas - son como figuras de niños.  Están vestidos en bellas túnicas.  Cada una es de distinto color.  Los colores son - ¡son tan bellos!  Nunca he visto colores así aquí.  ¡Rosados y azules, tan - tan profundos y bellos!  ¡Oh!

Y ahora pasan una guirnalda.  Oh, se la pasa a cada uno - los pequeños ángeles en la primera fila - una guirnalda.  Y ahora la guirnalda se abre.  Pero, ¡oh! Es un Rosario inmenso, y está hecho de flores - de rosas.  ¡Bello!  Y ellos están de pie ahora detrás de Nuestra Señora ahora, y Nuestra Señora ve la guirnalda del Rosario.  Y Nuestra Señora está de pie.  Y ahora Ella viene hacia adelante.  Y ahora San Miguel viene detrás de Ella.  Y San Miguel dice:

San Miguel - "El mundo debe seguir el ejemplo de la Reina del Cielo.  Modestia, pureza de corazón y propósito."

SANTA BERNADETTE

Verónica - Y ahora viene hacia adelante una pequeña niña.  Una niña joven, y ella está allí de pie.  Ella está vestida en ropa como de campesina, ropa de apariencia muy tosca.  Ella se ve pobre.  Y ella se arrodilla delante de Nuestra Señora.  Y ahora ella gira hacia mí y dice, "¡Esta es realmente la Inmaculada Concepción!"  Y ella sonríe.

Es una niña joven como de unos catorce años.  Y ella sonríe, y ella dice, "Esta es realmente la Inmaculada Concepción.  ¡La Madre de Dios, María Santísima!" ¡Oh!  ¡Oh!  Y ahora ella se levanta, y Nuestra Señora ha colocado Su mano sobre Su cabeza.  Ella se ve como una niña de aproximadamente catorce años.  Y ella tiene puesto un velo blanco, sobre su cabeza.  Y ella tiene puesto unos muy - son como zapatos de madera.  Y un vestido largo que es como una falda tirolés, un largo vestido con paletones, ¡de manera qué se ve tan bello! ¡Oh, es tan bello!  ¡Oh!  ¡Oh!

Ahora, ahora se desvanece, y Nuestra Señora va más allá del asta de la bandera, y Ella señala hacia arriba.  Y ahora el cielo se vuelve muy claro y azul.  ¡Oh, tan bello!  Ahora Nuestra Señora regresa, y se pone muy claro.

Nuestra Señora - Hija Mía, no me voy.  Solamente me muevo para que puedas ver el mundo tal y como será después de la purificación."

Verónica - ¡Oh!  Oh, yo - yo veo - no veo nada.  Se ve como el oeste salvaje, como lo vemos.  Todo es como - veo a algunas personas;  están cavando en la tierra, y ellos están sembrando;  parece como que siembran plantas de tomate, o algo así.  Y ahora veo a todas las personas;  lo raro de esto es que, todos ellos están cavando en la tierra, ¡pero tienen puestos trajes muy elegantes!  Y ahora uno ha finalizado y él dirige un taladro - ellos sí tienen un taladro, algún tipo de taladro - y penetra la tierra.  Y él habla sobre agua - agua.

Ahora, yo - yo veo y veo casas de apariencia muy rara. Se ven como si- como si estuvieran hechas simplemente de madera y ramitas y un poco de lona sobre ellas.  Se ve muy extraño;  no parece que hubiera mucho alrededor - casi como un desierto.  Y estas personas, sin embargo, ahora todas se reúnen, y ellas se reúnen y se hincan.

Y un hombre ahora toma un crucifijo, y él hace un crucifijo de madera con dos piezas.  El las amarra con un pedazo de lo que parece tela, para hacer la señal de la cruz.  Y ellas todas se hincan ahora, y rezan.  Es muy extraño porque no parece que hay muchas personas.  (Pausa).

Ahora ven hacia arriba;  ellas ven hacia el cielo, y la voz, la voz ahora - Ahora ellas ven hacia el cielo, y a medida que ven hacia el cielo, ven figuras.  Y ellas escuchan.  Y es tan bello porque ellas escuchan las voces del Cielo.  Ahora Nuestra Señora - se pone muy oscuro.  Y Nuestra Señora dice:

Nuestra Señora - "Sólo unos pocos serán contados."

Verónica - Ahora Nuestra Señora dice que continuemos con las oraciones de expiación, porque Jesús tiene un gran mensaje para todos.  (Pausa).

Todos los que pueden, por favor arrodíllense, porque ahora Jesús está aquí.  Oh, y Él va a bendecir todos los sacramentales, todos los objetos de Dios.

¡Oh!  Ahora Jesús viene hacia delante. ¡Oh, El se ve tan bello!  Él tiene puesta una capa roja sobre Sus hombros.  No es roja, es de color borgoña.  Una especie de rojo - rojo profundo.  Y Jesús sonríe.  Él piensa que es muy raro que describa Su - Su capa.  Y Jesús tiene puesta esta larga túnica blanca.  No, es como de color amarillento.  Y Él tiene puestas sandalias color marrón.  Jesús desea que yo describa Sus vestimentas.  Ahora el cabello de Jesús se ve casi rojo, pero Él dice que realmente es un marrón oscuro.  Es por el color de la luz que está alrededor de Jesús. Ahora Él viene hacia adelante, y dice:

Jesús - "Hija Mía, escucha cuidadosamente porque tengo un gran mensaje para la humanidad.  El Padre ha considerado necesario que se envíe sobre el mundo una Advertencia, una Advertencia de gran magnitud. Esta Advertencia será prorrateada según la extensión del pecado del hombre y de las ofensas cometidas contra el Padre y el Corazón de Mi Santísima Madre.  Por lo tanto, se le ha permitido a Mi Madre interceder por vosotros para que podáis estar preparados para la Advertencia venidera.

“Usad vuestros sacramentales, y retiraos a una vida de oración y de auto-sacrificio.  Esto le agradará al Padre mucho y mitigará... de una Advertencia para vosotros. Sin embargo, la balanza no ha estado equilibrada a satisfacción del Padre, y ahora debe haber una intercesión del Cielo.

“Hemos enviado sobre vosotros muchas gracias del Padre, gracias para la conversión y la curación."

Verónica - Y ahora Jesús eleva Su mano muy arriba de Su cabeza, así, con Sus dedos extendidos así, y Él hace ahora la señal de la Trinidad: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Jesús va hacia el lado derecho del asta de la bandera, casi por los árboles, y El ve ahora hacia abajo, y Él coloca Su mano, así, y hace la señal de la cruz sobre todos los que están abajo: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.  Ahora El se inclina, y le habla a alguien.

Jesús - "Hijo Mío, no tienes que registrar tu bolso. Te puedo asegurar que puedo ver el contenido."

Verónica -Y ahora Jesús viene hacia aquí, y El flota hacia aquí;  El no camina, El flota.  Y ahora Él eleva Su mano delante de Él, así, y hace la señal de la cruz sobre todos.

Y ahora Nuestra Señora desciende y está de pie a Su lado.  Nuestra Señora es un buen - por lo menos un pie más baja que Jesús.  Y Ella sonríe.  Su manto ondea hacia afuera;  debe haber mucho viento allá arriba.  Nuestra Señora está de pie justamente del lado derecho del asta de la bandera.  El signo del águila Le llega a Nuestra Señora - casi al nivel de Su cadera.

Ahora Ella va alrededor porque Jesús va ahora hacia nuestro lado izquierdo, y El ve hacia abajo.  Él sonríe muy - oh, El se ve contento.  Y Él eleva Su mano.  Ahora Él bendice a todos de este lado, así, con Sus dedos por delante, y Él hace la señal de la Trinidad, así: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.  Y ahora El ve hacia allá, y Jesús está directo y aproximadamente entre el asta de la bandera y los árboles.  Y El ve ahora hacia abajo, y dice:

Jesús - "Estoy muy complacido de ver a Mis dedicados aquí esta noche."

Verónica - Y ahora Él eleva Su mano, así, y hace la señal de la cruz ahora, y se inclina;  Jesús se inclina bastante.  El ve a alguien del lado izquierdo.  Y ahora Él hace otra señal, así, con la cruz, sobre un hombre.  Creo que hay un hombre de ese lado;  debe ser un clérigo.

Jesús se eleva, El se eleva.  Y ahora Nuestra Señora toma Su Rosario.  El Rosario de Nuestra Señora es muy grande.  Sus grandes cuentas blancas, y la cuenta del Padrenuestro es dorada, pero el crucifijo es muy dorado.  Ahora Nuestra Señora toma el crucifijo.  Ella me dice que lo sostenga como Ella lo hace, así.  Y ahora Ella va a bendecir a todos de este lado, con Su crucifijo dorado: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.  Nuestra Señora se inclina -

Nuestra Señora - "Repite, hija Mía.  Os otorgo a vosotros, desde estos Terrenos sagrados, muchas gracias para estos días venideros.  Pasaréis estos días sin temor, sabiendo que estáis protegidos por el Sagrado Corazón de Mi Hijo."

Verónica - Ahora Nuestra Señora viene hacia el lado derecho.  Ella ahora está más acá del asta de la bandera, y Ella ve hacia abajo.  Y Nuestra Señora sonríe.  Ahora ella eleva Su Rosario sobre las cabezas de las personas de este lado.  Y Ella está así, y hace: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Y ahora Nuestra Señora extiende Su mano, así, y desde Su mano salen rayos de luz.  Descienden de este lado.  ¡Son bellos!  ¡Oh, los rayos de luz descienden en todo este lado!  Ahora, sin embargo, Ella ahora va - eso fue de Su mano derecha.  Ahora Ella gira, Nuestra Señora, y Jesús está directamente atrás de Ella.  Y la luz es tan grande que cae en corrientes a ambos lados.  Es muy difícil de ver;  es tan brillante.

Y ahora Jesús extiende Su mano, así, así, y estos rayos de - oh, son luces brillantes.  Son muy, muy difíciles de ver.  Y descienden ahora de este lado, el lado izquierdo del asta de la bandera.  Y ahora Jesús sonríe, y Él dice:

Jesús - "Esto te sorprende, hija Mía.  Pero no has aprendido de la majestad del Padre."

Verónica - ¡Oh, es bello!  Ahora los rayos, ahora noto - Nuestra Señora extiende Su mano y en vez de luz, ahora los rayos son como arco iris.  Los colores son simplemente bellos.  Y descienden.  Y ahora hay como cristales, ahora cristales - Nuestra Señora mueve Su mano, así, y caen cristales.  Oh, son bellos.  Ahora Nuestra Señora dice que son manifestaciones de las gracias, y serán visibles en sus fotografías esta noche.  Oh, Nuestra Señora dice que serán visibles en las fotografías.  Oh, y ahora Nuestra Señora sonríe:

Nuestra Señora - "Hija Mía, a pesar que el hombre no aprobará estas manifestaciones, se ha de llevar una gran sorpresa.  El Padre tiene un plan para despertar a aquellos quienes se han dormido en Su Casa."

Verónica - Ahora Nuestra Señora y Jesús ambos elevan Sus manos y hacen la señal de la cruz.  Ahora la luz parece cerrarse en un círculo.  La luz parece estar en círculo alrededor de Nuestra Señora y de Jesús.  Es bella.  Y Nuestra Señora habla - Ella dice, oh, aproximadamente en 1969.  Sí, Nuestra Señora habló de 1969, cuando Ella dio, con Santa Teresita, un mensaje sobre estos terrenos, que estarían envueltos con gracias y la manifestación del círculo en el cielo, que creo que ya han observado anteriormente.  Muchas veces Nuestra Señora hará que el Padre ponga el área en un círculo;  esto ha sucedido muchas veces.

Nuestra Señora asiente con la cabeza.  Y ahora Ellos se van y Ellos están ambos de pie, Jesús y Nuestra Señora, por los árboles, por nuestro lado derecho del asta de la bandera.  Ahora Nuestra Señora se inclina:

Nuestra Señora - "Continuad, hijos Míos, con vuestras oraciones de expiación."

 

 

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Revised: March 27, 2010