Nuestra Señora de las Rosas, María Auxilio de Madres     

15 Julio 1975 - Víspera de la Fiesta de Nuestra Señora del Monte Carmelo

 

Verónica - Hay muchas nubes que se forman en el centro del cielo.  Las nubes se abren, y hay chorros de luz blanca que salen a través de las nubes.  Ahora las luces son muy brillantes, y a medida que - no sé si es el titilar de las luces, pero hay una tremenda atomización - atomización de polvo como diamantes ahora sobre nosotros.  Cae en el área de la estatua de Nuestra Señora.  ¡Es muy bello!  Son como astillas de diamantes cortados - ¡muy bellos!

Ahora el cielo se vuelve un azul muy brillante, un bello azul profundo.  No puedo explicar el color en palabras humanas, el azul.  ¡Es tan bello!

Oh, ahora se forma una luz más allá de las corrientes de luz, y ahora Nuestra Señora viene hacia adelante.  ¡Oh!  Cierto - ¡se puede ver!  ¡Oh!  Nuestra Señora tiene Sus manos extendidas, y las luces emanan de ambas manos.  ¡Oh!  ¡Está tan brillante!  ¡Oh! No puedo describir el rostro de Nuestra Señora porque no puedo ver Su rostro claramente porque la luz está tan brillante.  ¡Oh!

Oh, Nuestra Señora ahora viene hacia adelante, y Ella tiene en Sus brazos - oh, Cristo Niño.

¡Oh-h-h!  El se ve muy regio, el Niño en los brazos de Nuestra Señora.  El tienen puesta una pequeña corona dorada sobre Su cabeza, y El tiene una túnica blanca.  Puedo ver la banda en Su cintura, y Sus pies están descalzos.  Pero ahora Él tiene un manto de terciopelo alrededor de Sus brazos y está amarrado en la parte superior, debajo de su barbilla.  El se ve como un Príncipe muy regio.  Nuestra Señora sonríe.

Nuestra Señora - "Tu descripción, hija Mía, es muy colorida.  Sí, El fue un Niño de paz, un Príncipe de paz."

Verónica - Ahora Nuestra Señora se mueve hacia la izquierda, y se vuelve muy brillante.  La luz es tan brillante ahora, Nuestra Señora parece quedar oscurecida en la luz.  Y ahora hay un hombre que viene hacia adelante a la par de Ella.  Él - él parece estar formándose de las nubes que están detrás de Nuestra Señora.  No, él sale de ellas.

¡Oh! Lo reconozco, es San José.

Oh, San José tiene puesta una túnica y unas sandalias marrones.  Parecen estar hechas de un lazo marrón tipo como de piel.  Oh, tiene - no puedo contar las tiras en su sandalia.  Sólo son dos - dos tiras a través de sus dedos, y una banda alrededor de su tobillo.  Y ahora él gira y se sonríe con Nuestra Santísima Madre. Y puedo ver que su túnica tiene un capucho que le cuelga detrás de sus hombros.

 Ahora él extiende su brazo derecho, y en él tiene una vara larga... creo que es una vara; es una vara larga.

EL PADRE - JEFE DE LA FAMILIA

San José - "Hija mía, le harás saber a la humanidad que el jefe de la familia terrenal es el padre.  El Padre Eterno guiará al padre de familia, el jefe del hogar.

“Una mujer de la tierra no descartará su papel como madre y ama de casa.  En su papel de madre, ella será el guardián de las almas de sus hijos y una compañera asistente de su esposo, y un guardián también de su alma terrenal y del alma eterna.  Por su ejemplo dentro del hogar, ella tiene el poder, como mujer, para el bien o para el mal.  Ella se quedará en casa y guiará a sus hijos."

Verónica - Ahora se vuelve bastante oscuro, y parece como si una gran nube negra hubiera pasado por el cielo.  Y ahora sólo puedo ver la parte inferior de los pies de Nuestra Señora y de San José.

Ahora hay una voz resonante;  la reconozco como la de San Miguel.

LAS COSECHAS SE PUDRIRÁN

San Miguel - "¡Ay, ay, ay de los habitantes de la tierra! Ellos cosecharán los frutos de su trabajo.  ¡Las cosechas se pudrirán!  La humanidad sentirá una espada sobre su mundo.

“¡El Padre Eterno ha soportado vuestra apostasía, vuestra arrogancia, y vuestra herejía demasiado tiempo!  Como una generación errante y mal agradecida entregada a la abominación de la carne, seréis forzados a vuestra rodillas por medio de una prueba.

“El Padre Eterno, vuestro Creador, ha puesto sobre el mundo una espada."

Verónica - Ahora San Miguel extiende su mano.  Y hay una espada muy grande con un mango en forma de cruz, y él señala hacia abajo con ella, así.

Ahora San Miguel va hacia el centro del cielo. Él señala con la espada hacia arriba, y - ¡oh!  Yendo a través del cielo hay un caballo rojo, y un caballo verde, y un caballo negro - todos de apariencia siniestra.  ¡Ellos me hacen sentir muy enferma!  Pero detrás hay una gran luz;  detrás de los tres caballos, hay una gran luz que ahora se aproxima.  Y arriba de esta luz hay palabras escritas en el cielo, con letras doradas: "FIEL Y VERDADERO"

Ahora viene hacia adelante un bello caballo blanco.  El trota;  casi como si estuviera bailando.  Y encima del caballo - ¡oh, es Jesús!  Oh, Jesús está sobre el caballo blanco.  ¡Oh!

Ahora San Miguel... Jesús - ¿en dónde está?  Oh, El ha desaparecido.  Los caballos ya no están en el cielo.

Ahora San Miguel viene hacia adelante.

San Miguel - "Hija mía, has visto lo que ha de ser, y ha de ser en tu presente.  Lo que iba a pasar en el futuro será ahora.

“Reza por todos los hombres de pecado."

Verónica - Ahora San Miguel señala hacia arriba.  Y, oh, no hay un caballo, pero - oh, Jesús está allí de pie.  Y ahora Lo veo;  Él está vestido en una túnica blanca con un bello manto blanco alrededor de Sus hombros.  Está todo de blanco, y Sus pies están descalzos y El no tiene nada sobre Su cabeza.  Su cabello es bastante largo, y ahora en la luz, brilla.  Es como un color marrón rojizo, ¡muy bello!

Ahora Él extiende Sus manos, Jesús, y Su voz...

Jesús - "Mis manos sangran;  Mi Corazón gime. ¡Ansío ver a Mi creación y estar lleno de gozo!"

Verónica - Ahora Jesús extiende Sus manos y hay gotas tremendamente grandes que caen sobre el mundo.  ¡Oh!  ¡Oh!

San Miguel viene hacia adelante. Él tiene en sus manos un cáliz dorado muy grande, y ahora él va hacia allá - él ahora está de pie debajo de Jesús, de rodillas.  El no está de pie; él está de rodillas ahora.  Ha tomado una posición de rodillas, y él extiende el cáliz.  Y las gotas de sangre llenan el cáliz- oh, más y más rápidamente. Y ahora el cáliz rebosa.

San Miguel camina hacia allá - El no camina;  él flota.  Digo camina, pero San Miguel no camina;  él flota.  El es llevado como sobre el viento.  Y él entrega el cáliz a Nuestra Señora.  Ella ya no sostiene al Cristo Niño, pero ahora Ella acepta el cáliz.  San Miguel ahora viene hacia adelante, y Nuestra Señora se desvanece .

"¡No te vayas!"

Nuestra Señora - "No Me voy, hija Mía, pero Miguel tiene palabras para ti, para que sean dadas a la humanidad."

San Miguel - "¡Escucha!  Atiende, atiende y escucha, porque tú recibes una advertencia del Padre Eterno.

“Líderes en las casas de Dios a través de vuestro mundo, debéis enseñar honorablemente.  Debéis enseñar en la fe con una base firme.  La tradición no debe ser separada de la verdad.  El hombre no edificará sobre la tierra una iglesia del hombre.  ¡La base es Jesús, el Cristo, en el Padre y en el Espíritu!

LAS CASAS VOLARAN CON EL VIENTO

            "¡Ay de la humanidad que ha puesto sobre el mundo una plaga de error! ¡Ningún hombre escapará el Castigo!  ¡Las casas volarán con el viento!  ¡La piel se secará y será desprendida de los huesos por el viento, como si nunca hubiese existido!  Los ojos verán y todavía no creerán, tan duros están los corazones del hombre.

“El pecado y toda manera del mal se ha vuelto una forma de vida en vuestra nación y en los países de la tierra.  Una por una, en un movimiento repentino, muchas naciones desaparecerán de la faz de la tierra.  Muchos de los buenos deben hacer una fuerte penitencia por este mal, pero ganarán su eventual corona en el Reino eterno de Dios Padre.

“Dios Altísimo, el Padre Eterno, os ordena, como generación, regresar de vuestras maneras que Lo ofenden a Él y a los ángeles, los guardianes de vuestra Fe, y a los santos, quienes ya tienen sus coronas y sus lugares en el Cielo.

“Vuestros días como generación ya han sido contados.  Vuestras maneras han sido escudriñadas por el Padre Eterno y han sido encontradas faltas de santidad.

“Deben ser devueltas a las casas de Dios en vuestro mundo, la santidad, la dedicación de propósito y una verdad pura.

“El conocimiento de lo sobrenatural no debe ser descartado por los hombres de ciencia, quienes racionalizan el pecado.  ¡El hombre de ciencia, siempre buscando y nunca encontrando la verdad!

“Así como en los días de Noé, como en los días de Joel, vendrá sobre vuestro mundo un azote.  Vuestra ciudad, corrupta en vuestra nación - una desgracia ante los ojos de Dios - ¡se impondrá convertir en bueno lo malo, o será destruida!

“Los asesinatos, diariamente, de los no-nacidos en vuestra ciudad y en vuestra nación, han balanceado pesadamente hacia el lado izquierdo la balanza.  Habéis sido juzgados como una nación y habéis sido encontrados por el Padre Eterno como corruptos, degradados, y faltos de Fe.  El Padre Eterno castigará a aquellos a quienes El ama.

“No aceptarás, hija Mía, una máquina diabólica en tu sala de estar.  ¡Quítala! ¡Ninguna excusa para la caja diabólica de satanás!

“La humanidad ha aceptado toda las maneras de aberraciones y de mal creadas por satanás para corromper y destruir su oportunidad de la salvación eterna.  Todos los que desean ser salvados deben creer, y al creer deben seguir la regla.

“El ejemplo de muchos de nuestros dedicados es malo; por lo tanto, los jefes de familia deben ahora tomar sobre sí mismos el ser guardianes de la Fe en sus hogares.  Los niños son las víctimas de sus mayores; por lo tanto, los padres de familia les enseñarán a sus hijos la verdad.

“El rabat - sacerdote - es un maestro de la vida. No seáis engañados por aquellos quienes han ensuciado sus vestimentas.  Hay diablos sueltos sobre vuestra tierra, que asumen una forma humana para la destrucción.

“Vuestra nación había sido puesta bajo la guía de la Madre de Dios, María, la Inmaculada, y como tal, Ella implora clemencia ante el Padre Eterno y más tiempo para vuestra redención antes que la Bola sea puesta sobre vosotros.

Padres de familia, preparad vuestro hogar.  ¿Estáis listos para la prueba?"

INVASIÓN

Verónica - Veo una gran masa de agua. Y ahora es como si estuviera en un bote y viendo hacia la tierra.  Y ahora la playa está llena de figuras.  Ellas se ven como si van a la batalla.  Ahora hay tanques que llegan y se alinean. Parece - desde aquí que va a haber una invasión.  Pero la nación sabe de esta invasión venidera y se está preparando para la batalla.

San Miguel - "¡Parte de esta espada, hija mía, será una gran guerra! Las naciones desaparecerán de la faz de la tierra!  Los ojos verán y muchos todavía no lo creerán.

“Rezaréis como nación, como individuos, como una familia, como seres humanos - por vuestro Santo Padre, el Papa Pablo VI.  Ahora él lleva su cruz con fortaleza.

“Hay ahora en la santa ciudad de Roma, dos peces rojos.  ¡Removedlos!

“Sabed una verdad de hecho:  el Sombrero Rojo ha caído y el Sombrero Púrpura ha sido mal guiado.

“¡Ved en vuestros corazones, hombres dedicados de Dios! ¿Os pararéis delante del Padre Eterno y diréis que vuestras enseñanzas han sido puras a Su vista?  ¿Os arrojará - escupirá de Su boca como víboras a las llamas del abismo?

“Ningún hombre os juzgará.  El Padre Eterno os juzgará.  Ningún hombre escapará de este juicio, Hija mía."

Verónica - Ahora San Miguel sostiene en su mano derecha una balanza.  Parece como una balanza dorada, la balanza.  Y ahora él me la muestra.

San Miguel  - Puedes observar, hija mía, que está pesadamente ladeada hacia la izquierda.  La iniquidad está llegando a lo máximo.  Tal y como has sido instruida en el pasado por la Reina del Cielo y de la tierra, a medida que se alcanza el punto máximo de la iniquidad, entonces sentirá el hombre el azote final.  El mundo, vuestro mundo, pasará por un terrible crisol de sufrimiento.  Todos los que estáis bien de espíritu no tenéis nada que temer.  La esperanza y la confianza en vuestro Dios os pasará por esta prueba."

Verónica - ¡Oh!  Ahora el cielo se abre y, - o, allí está esa Bola.  Parece como una enorme bola de fuego.  ¡Oh!  Es terrible;  no la puedo ver.  Debe estar mucho más cerca porque yo - está tan brillante que me duelen los ojos.  ¡Oh!  Yo diría que ahora parece del tamaño de una ficha de diez centavos (de moneda de los EE.UU.).  ¡Oh!

San Miguel - "Tus científicos, hija mía, encontrarán que esta Bola vendrá sobre la humanidad sin advertencia.

“Todos los hombres eruditos ahora quitarán su interés de sus búsquedas mundanas, se pondrán de rodillas y harán expiación al Padre Eterno por sus ofensas a su Dios.

“Oración, sacrificio y expiación os pedimos de vosotros ahora, porque el tiempo se acorta.-  No tengo que repetirme en prevenirte, hija mía, que no especules en fechas, tal y como fuiste instruida por la Reina del Cielo.  No importa la fecha, lo que sí importa, hija mía, es que la humanidad haga cambio permanente hacia el bien."

Verónica - Ahora San Miguel se eleva, hacia el cielo.  Él está de pie al lado de Nuestra Señora - él va hacia el lado derecho de Nuestra Señora.  Nuestra Señora está simplemente de pie allí ahora. Ella sostiene en Su mano derecha un Escapulario muy grande.  Y ahora Ella ha tomado Sus cuentas, que están amarradas muy flojamente alrededor de la banda que está alrededor de Su cintura, y Nuestra Señora saca las cuentas, y extiende Su mano con el crucifijo dorado y las cuentas, y hace la señal de la cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Nuestra Señora viene hacia el centro del cielo.  Oh, Ella sonríe.  y San Miguel está detrás de Ella.  El todavía sostiene la balanza en su mano izquierda. Y Nuestra Señora extiende Su Rosario con el crucifijo dorado  y hace la señal de la cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Ahora todo el cielo está azul, un azul muy bello.  Siempre lo llamo el azul de Nuestra Señora, porque no hay descripción en palabras humanas para el color azul que rodea a Nuestra Señora - ¡simplemente bello!

Ahora Nuestra Señora va hacia la izquierda, y allí aparece un enorme ostensorio. ¡Oh, es tan grande!  Es un ostensorio dorado y la Hostia está en el centro.  Oh, también tiene un pedestal.  El ostensorio está sobre un pedestal dorado, y hay una Hostia justo en el centro.  ¡Es tan brillante!

Ahora Nuestra Señora está al lado de ello.  Nuestra Señora se ve pequeña, porque la Hostia y el ostensorio son enormes en el cielo.

Nuestra Señora - "Hija Mía, éste es Mi Hijo.  Le pedimos a toda la humanidad que salve su alma eterna, su alma inmortal, en la Sangre, las Llagas de Mi Hijo.

“Los tabernáculos del mundo serán vuestro refugio.  Venid a Mi Hijo.  El os alimentará con Su Cuerpo.  A menos que comáis de este Pan de vida no podréis ser salvados, tan grandes son las fuerzas del mal que están sueltas sobre vuestro mundo.  El abismo está completamente abierto.  Los demonios están sueltos ahora para hacer batalla en contra de los hijos de Dios.

LOS SACRAMENTALES - LA LLAVE PARA LA SALVACIÓN

            "Usad vuestros sacramentales.  No los arrojéis a un lado porque se burlan de vosotros vuestro vecinos.  Usadlos orgullosamente, porque son las llaves ahora para vuestra salvación.  Ellos son vuestra armadura en contra del mal que ahora ruge con fuerza, con gran fuerza sobre vuestro mundo.  Satanás sabe que su tiempo se acorta, y él dará gran batalla contra Nuestros hijos.

“Rezad por vuestros dedicados, vuestros sacerdotes y vuestras hermanas.  Muchos se han ido rápidamente dentro de la oscuridad del espíritu, porque ellos han escogido seguir las modas del mundo.  Llevadles rápidamente el Mensaje del Cielo.  No deseamos que ni una criatura se Nos pierda.

“Oh, Mis hijos dedicados, ¿no reuniréis a Nuestras ovejas descarriadas?

“Creed, hijos Míos, y se os enseñará el camino.  Pedid y recibiréis la Luz.  Ninguno entrará al abismo a menos que sea de su propia voluntad.  Tenéis la balanza para vuestra salvación en vuestro corazón.

“Cada hombre, mujer y niño sobre la tierra debe tomar su decisión cuando tenga edad de conocimiento, para su salvación.  No podéis ser del mundo y del espíritu.  Podéis vivir en el mundo, pero debéis permanecer en el espíritu.

“Una vida de oración y meditación os dará las gracias necesarias que os mantendrán sin caer en el error."

Verónica - Sí.

Nuestra Señora - "Os bendigo, hija Mía e hijos Míos, con el escudo formado por Mi Inmaculada Concepción.  En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.  Continúa ahora, hija Mía, con tus oraciones de expiación.  Son dolorosamente necesitadas."  (Pausa).

Verónica - todos los que puedan, por favor arrodíllense porque ahora viene Jesús hacia adelante.

Oh, Jesús está vestido en una túnica blanca, y Él está descalzo.  Él tiene un manto color rojo-borgoña sobre Su túnica.  La túnica está amarrada en el centro con una especie de lazo - oh, no sé, yo... Jesús dice, "Cinto."  Cinto.

Y ahora Jesús extiende Su mano, así, y puedo ver la Llaga en Su mano derecha.

Jesús - "Hija Mía, se te ha dado un Mensaje del Cielo.  Muchos se han propuesto arrojar la advertencia del Cielo.  Por esta razón sólo unos pocos serán salvados.

“Los errores y el camino hacia la destrucción - muchos se han colocado sobre este camino por error y no buscando la verdad.  La luz del conocimiento está en el corazón de cada hombre.  Este conocimiento debe ser encausado a los canales del espíritu.  El hombre se ha entregado a los placeres de la carne.  Todos han sido creados por satanás para vuestra caída.

“Tristemente, vuestra nación sigue al mundo por el camino de su propia destrucción.  Ahora debéis regresar, porque vuestro tiempo se ha acortado.  El Padre Eterno castigará a aquellos a quienes ama."

Verónica - Ahora Jesús extiende Su mano, así.  Sus dedos están entrelazados, así, y Él hace la señal de la cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Nuestra Señora desciende del cielo.  Ella se ve muy bella.  Nuestra Señora tiene una corona sobre Su cabeza. Oh, está hecha de todas las piedras, las piedras más bellas.  Cada una está incrustada en una formación enorme como estrella de oro.  El centro es una piedra, y las púas salen formando una especie de cruz Trinitaria en cada elevación de la corona.

Oh, Nuestra Señora está vestida toda de blanco.  Pero hay un borde dorado alrededor de Su manto, y también - la banda en Su túnica también es dorada.  Y el enorme Rosario está ahora amarrado a la banda de Nuestra Señora.  Ahora desciende.  Ella está ahora del lado derecho de Jesús.  El se mueve hacia...

Ahora Jesús ve hacia abajo y sonríe.  El se ha movido hacia nuestro lado izquierdo, justamente por los árboles, y Él extiende Su mano, así: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Jesús va a través del cielo, y Nuestra Señora Lo sigue.  Ellos simplemente flotan;  Ellos no caminan como nosotros.  Ellos se ven casi como si estuvieran de pie, pero llevados por el viento.

Y ahora Jesús ve hacia abajo.  Él está justamente al lado de la parte superior del árbol, y El ve hacia abajo.  Ahora Él extiende Su mano: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

EL OBISPO HA DE RECIBIR LA SEÑAL CON SUSTO

Jesús - "Las gracias seguirán siendo dadas en abundancia mientras esperáis la señal de vuestro obispo.  Sabed que él recibirá la señal con susto.

“Rezad mucho para que vuestro clero sea iluminado.  Las maneras del Cielo no son afines a las maneras del hombre.  No las comprenderéis completamente hasta que paséis el velo.

“Rezad una constante vigilia, porque vuestra nación se ha sumido en una profunda oscuridad."

Verónica - En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

            Verónica reza el Padre Nuestro, Ave María, Gloria una oración de Fátima y la oración de San Miguel Arcángel.

           

 

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Revised: March 27, 2010